Dada la urgencia de la situación, Botsuana organizó una cumbre sobre la lucha contra la caza furtiva del 15 al 17 de de marzo de 2018. De hecho, si no se toman medidas urgentes, ya no existiran elefantes africanos en el 2038. De decenas de millones en 1900 a un millón en 1970 y luego a 470.000 en 2018. La población de elefantes africanos está seriamente amenazada por la caza furtiva. El número anual de elefantes muertos por furtivismo se estima en casi 30.000.
La caza furtiva, motivada por el tráfico de marfil (se vende en promedio a 1.500 euros por kilo, principalmente en China y Asia oriental), tiene lugar principalmente en los bosques de África Central, en Camerún, Gabón y Congo, pero también en Tanzania.
Lamentablemente, frente a las condiciones de vida deplorables en algunos países africanos, los cazadores furtivos no dudan en matar a algunos animales con la esperanza de obtener un ingreso que mejore su nivel de vida. Sumado a esto, las políticas de los países africanos actúan poco sobre las condiciones de vida de la población y menos aún sobre el establecimiento de una legislación disuasoria.
Si no se toman medidas de emergencia, para 2038 ya no habrá más elefantes africanos.
Fuente: La Croix
[Fundación Sur]
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