El pasado 23 de noviembre por la tarde, la presidenta del partido no registrado FDU-Inkingi, Victoire Ingabire, encarcelada, fue llevada ante el tribunal de Gasabo por sorpresa, sin previo aviso, ni convocatoria previa a su equipo de defensa, por parte del tribunal. El día 24, el intermediario del tribunal de Gasabo informó por teléfono al abogado de la defensa que el fiscal general requirió una nueva comparecencia y que el tribunal había emitido una citación para el día 25, a las 8 de la mañana.
Efectivamente, el día 25 a las 8 de la mañana, Ingabire volvió a comparecer esposada ante el tribunal de Gasabo, para una vista de la petición del fiscal de ampliar 30 días más su detención provisional.
Para los seguidores de la líder de la oposición, según expresan en un comunicado, “estas tácticas obstruccionistas de la fiscalía, entre un despliegue impresionante de fuerza y humillación, hacen perder toda esperanza de un juicio justo en Ruanda”.
“A pesar de que está siendo tratada como uno de los peores criminales del planeta, el gobierno todavía no está preparado para la fase probatoria del juicio”, denuncia la oposición. El tribunal hará público su veredicto el día 26 de noviembre, a las 11 de la mañana.
“Todas las justificaciones presentadas en el tribunal son maniobras para retrasar el proceso”, según el partido de Ingabire que se pregunta “¿Cuántos años necesitan para concluir el caso?”.
Todas las fuentes han confirmado que a pesar de que la información oficial dice que la Fiscalía ha reunido pruebas contundentes contra la señora Ingabire, todavía no están preparadas para presentar los cargos finales en un corto plazo. “En lugar de eso, seguimos presenciando un intensivo trabajo ofreciendo acuerdos de fondo a personal de su casa y a miembros de su partido, para que declaren falsamente contra ella”.
Otras fuentes han desvelado actividades sospechosas de un ex miembro del partido FDU Inkingi en la capital, Kigali, Theoneste Sibomana, cuyo paradero no es conocido desde agosto de 2010, y un miembro del partido Social Imberakuri. Estas dos personas, que posiblemente han viajado entre Ruanda y Uganda, podrían ser utilizadas para lanzar nuevas acusaciones relacionadas con actos terroristas, tras llegar a un acuerdo, habiendo firmado una confesión de culpabilidad redactada por los servicios secretos del Gobierno, para seguir presentando pruebas contra los opositores políticos encarcelados, Victoire Ingabire y Bernard Ntaganda, presidente del partido PS Imberakuri.
“Las escasas esperanzas de que Victoire Ingabire y otros prisioneros políticos puedan tener un juicio justo en Ruanda se han desvanecido ya por completo”, lamenta el partido FDU-Inkingi, apelando a la comunidad internacional a que presione al gobierno de Ruanda, para que el sistema de Justicia sea independiente.
La cuestión principal en este proceso es la independencia de la justicia en Ruanda. La mayoría de los jueces son miembros del partido del gobierno y cumplen las órdenes del régimen.
Una prueba de la interferencia del gobierno en asuntos judiciales es la suspensión, la semana pasada, de los jueces de un tribunal militar por haber absuelto de todos los cargos al coronel Diogen Mudenge, le declararon inocente y ordenaron su inmediata puesta en libertad. Pero el coronel absuelto todavía está bajo custodia y los jueces están siendo procesados por “conducta no profesional”.
“Este es el dilema de todos los jueces en Ruanda”, afirma la oposición en un comunicado, “o imparten la justicia contra sus posturas y libertades o liberan a las víctimas de esa justicia, arriesgándose a ocupar su plaza o hacerles compañía en la cárcel”.
Mientras que el FPR está preparando ya las elecciones locales en Ruanda, para marzo de 2011, los líderes de la oposición están encarcelados, en el exilio o muertos. Al mismo tiempo, se están obstaculizando los intentos de investigar los asesinatos del vicepresidente del partido verde, André Kagwa Rwisereka, y el periodista Jean Leonard Rugambage.
(Comunicado de Prensa de FDU-Inkingi, 25-11-10)
