Decepcionados al ver que sus candidatos favoritos se habían retirado el día del escrutinio, numerosos electores ruandeses no se desplazaron el 21 de febrero para elegir a los consejeros generales de los 30 distritos de Ruanda. Al menos 49 de los 2.500 candidatos, esencialmente alcaldes o vicealcaldes, que aspiraban a un nuevo mandato, anunciaron o se enteraron en la mañana del 21 de febrero, día de la elección en los 30 distritos de Ruanda, de que ya no se presentaban. En Gakenke, en el norte, gran parte de la gente regresó a su casa sin haber votado, tras enterarse en el mismo lugar donde iban a votar que el antiguo alcalde acababa de retirarse de la carrera electoral. “Aunque la comisión sostiene que todos han dimitido por propia voluntad aludiendo a razones personales, algunos candidatos se enteraron en el mismo colegio electoral donde iban a votar que ya no eran candidatos”, constató un observador de la sociedad civil.
Votos anulados
En algunos lugares, los electores se enteraron de la dimisión de sus candidatos después de haber votado por ellos. Sus votos fueron anulados. Había comunicados a las puertas del los colegios electorales en ese sentido; sin embargo, sus nombres seguían figurando en los boletines de voto. “He votado por mi candidato favorito y no he hecho caso a lo que se decía porque he visto su nombre en la papeleta de voto”. “Yo he votado al ver una buena fotografía, ya que el candidato que yo conocía ya no era elegible. Pero mucho vecinos se han quedado en casa”.
El Secretario ejecutivo de la Comisión electoral, Charles Munyaneza opina que “la dimisión de un candidato no puede impedir que los ciudadanos elijan a sus dirigentes”. Chrysologue Karangwa, presidente de la Comisión afirma que “los candidatos han dimitido en masa en el último minuto, ya que se han dado cuenta durante la campaña de que no podían ganar”.
Débil participación
Esta vez han podido votar todos los que se han acercado al colegio electoral. Los agentes electorales no han cesado de explicar que con carné electoral o sin él se podía votar; que bastaba con figurar en la lista de electores. Los jefes de aldea estaban presentes en los colegios electorales con carnés para aquellos que no los habían retirado, pero al final del día 21 de febrero, un buen número de estos carnés no habían sido retirados. En la mayoría de las aldeas (imidugudu) al menos un tercio de carnés se quedaron sin distribuir. Sin embargo, la Comisión Electoral (NEC) evalúa en 93,6% el porcentaje de participación. Los voluntarios del NEC han sido acusados de haber obligado a algunos electores a votar y en algún caso, incluso, habrían votado en lugar de los ausentes para aumentar la tasa de participación.
El recuento de votos ha causado también numerosas fricciones. Algunos observadores no fueron admitidos por no estar en la lista autorizada para ello. “Nos han echado cuando ha empezado el recuento. Sin duda estaban haciendo algún “arreglo”. Algunos agentes han sido atrapados en flagrante delito de fraude y detenidos. Uno de ellos tenía en los bolsillos decenas de papeletas de voto al inicio del recuento de votos.
Por Albert-Baudoin Twizeyimana, Pascal Mucyo, Florent Kabalisa
(Agence Syfia 05/03/2011)
Traducido por Ramón Arozarena.