Una violenta madrugada con tiroteos y muertes ha marcado las controvertidas elecciones presidenciales en Burundi, uno de los países más pobres del mundo, celebradas el 21 de julio. Por lo menos tres personas murieron, entre ellas dos policías, en Bujumbura, capital de este país centroafricano.
Los tiroteos y las explosiones de granadas hicieron que muchos electores se mantuviesen lejos de los centros de votación.
La razón de esta violencia, en medio de tumultos populares, es la indignación popular cara al presidente actual, Pierre Nkurunziza, que se presenta para ser elegido por la tercera vez consecutiva para el cargo de presidente.
Los tiroteos y las explosiones mantuvieron a muchos electores alejados de los centros de votación, a pesar de que la mayoría de estos centros abrieron normalmente para el escrutinio entre las 6 y las 7 de la mañana.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos ya tenía advertido anteriormente que las elecciones no serán reconocidas internacionalmente, puesto que el gobierno actual se ha comportado de forma dictatorial durante los últimos meses, intimidando a los opositores.
La gran preocupación general es que la inestabilidad, acentuada por las elecciones, desencadene una ola de violencia, en este país que vivó una sangrienta guerra civil hasta hace poco más de diez años. Desde la independencia de Bélgica, en 1962, centenas de millares de personas murieron víctimas de conflictos internos. Por lo menos 250.000 personas fueron asesinadas en los conflictos étnicos en Burundi, oponiendo a los tutsis y a los hutus.
Fuente: África 21 online Traducido y editado por Jesús Zubiría