El turismo en África y la amenaza yihadista

28/04/2016 | Crónicas y reportajes

playa_vacia.jpg La industria del turismo en el mundo lo está haciendo bien. Los datos publicados en febrero por la Organización Mundial del Turismo (OMT) lo confirman. Así, en 2015, hubo un billón 181 millones de turistas, un incremento del 4,4% año tras año. Los ingresos (datos de 2014) llegaron a los 1.500 millones de dólares. Esta industria es tan importante que representa el 10% del PIB mundial en la actualidad.

Europa sigue siendo el continente más visitado (609 millones de pasajeros), seguida de Asia y el Pacífico (277 millones) y las “Américas” (190 millones). ¿Y qué pasa con África? Pues que se encuentra muy por detrás con sólo 53 millones de turistas. Esta cifra también se ha reducido en comparación con la de 2014 (56 millones), mientras que en otros lugares, la tendencia va en aumento (alrededor del 5%).torre.jpg

Para explicar la decepcionante posición de África en 2015, algunos analistas se apresuran a señalar con el dedo a la creciente inseguridad en África que provoca el terror en los turistas. ¿Y? No se puede negar el hecho, como se señaló en la revista Marianne (28 de marzo de 2016), desde enero de 2015, África es «el continente más afectado por los ataques yihadistas». El semanario francés añadió que «en Nigeria, Camerún y Chad se concentran la mayoría de los ataques» que llevan la firma del grupo terrorista Boko Haram. De hecho, cuando se mira de cerca, la triste y cruel realidad es que los grupos islamistas se dividen África, cada uno ejerce el control sobre un área o región. Por ejemplo, Boko Haram es muy activo en Nigeria con incursiones en Camerún, Chad y Níger. El grupo Al-Mourabitoun actúa principalmente en el norte de Mali, pero en realidad, su área de actuación se extiende a través del Sahara. Ansar al-Sharia opera en Túnez y el noreste de Libia. La organización Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) es muy activa en Argelia, Malí, Mauritania y Níger. Por último, el Shabaab está muy bien establecido en Somalia y lleva a cabo ataques en Kenia y Uganda.

Aunque esta lista no es exhaustiva, nos da una idea de la magnitud del flagelo de África. Estos grupos islámicos siembran el terror con ataques armados, atentados suicidas, secuestros, asesinatos, etc. Nada de lo que podría tranquilizar a los turistas extranjeros que prefieren destinos más tranquilos.

Pero si la inseguridad ahuyenta a los turistas, eso no lo explica todo. ¿Cómo explicar que Francia sigue siendo el principal destino turístico en el mundo (84 millones de visitantes extranjeros) después de los múltiples ataques en 2015 (Charlie Hebdo, Saint-Denis, etc.)? Lógicamente, uno habría esperado que turistas huyeran de París y de Francia pero al contrario, el discurso en Occidente y el resto del mundo es muy diferente: «vamos a ir a París para mostrar nuestra solidaridad con los parisinos».

Esta es una muestra de solidaridad que también necesitaría África. La verdad es que hoy en día ningún lugar es seguro y no sería justo que África no pudiera dar la bienvenida a muchos turistas ya que el mal es global.

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