Los nigerinos lo esperaban desde hacía 80 años. Ayer fue finalmente inaugurada en Niamey la primera estación ferroviaria que jamás se haya construido en el país del Sahel. Participaron en un proyecto calificado de “histórico” el presidente nigerino Mahamadou Issoufou y sus pares de Benín, Thomas Yayi Boni, y de Togo, Faure Gnassingbé.
En realidad se trata del inicio de una gran obra –confiado a la empresa francesa Bolloré– que conectará a Cotonou, Niamey, Uagadugú, Abiyán y Lomé, con un línea ferroviaria regional de 2.728 kilómetros de longitud.
“Nuestro sueño se ha vuelto realidad: el de ver a nuestro aislado país conectado al mar gracias a una vía férrea”, dijo Issoufou. Además de permitir el desplazamiento de personas, el ferrocarril será la infraestructura necesaria para las exportaciones e importaciones. “Tendrá un fuerte impacto en nuestra economía y permitirá reducir los costos de los bienes de consumo”, señaló el presidente de la Cámara de Comercio de Níger, Moussa Sidi.
El 8 de mayo se iniciarán las tareas en la sección beninesa, entre Parakou y Cotonou, con una distancia de 574 kilómetros.
MISNA