A pesar de que la legislación de Burundi prohíbe emplear a niños menores de 16 años, sigue existiendo una gran presencia de trabajo infantil en Burundi, sobre todo en los meses de vacaciones escolares. En la población de Rugombo, en la provincia de Cibitoke, se encontraron menores de edad trabajando en obras de construcción, fábricas de ladrillo y en las grandes plantaciones de arroz.
Según una fuente local, estos niños, que ganan menos de 1,25 € al día, buscan dinero para comprar kits escolares para el próximo año académico y para contribuir a la supervivencia de sus familias. Una niña de 13 años que reside en la zona comentó en una entrevista:
“Debido a la pobreza que azota a la mayoría de los hogares, incluidos mis padres, me veo obligada a trabajar al menos diez horas al día para ayudar a mi familia, que se encuentra en un estado de gran vulnerabilidad”.
Autor: Khadar Aweys
[Traducción y edición, Paloma Vázquez]
[CIDAF-UCM]
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