Gelma Caicedo tenía 34 años cuando llegó en 1992 a vivir a Independencia II, en la isla Trinitaria. En ese sitio, rodeado de esteros, centenas de afroecuatorianos como ella se habían asentado en rústicas viviendas sobre el agua, que se interconectaban por puentes de caña.
«Sufrimos mucho por tener un lugar donde vivir», expresa la mujer, quien ocupa una de las casas de los cuatro bloques que conforman la cooperativa, más conocida como Nigeria, donde habitan unas 1.500 familias de raza negra.
El relleno hidráulico que llegó poco después a la Trinitaria, la legalización de los terrenos y el trazado de calles cambiaron el rostro de este asentamiento marginal del sur de Guayaquil.
Pese a haber experimentado un rápido crecimiento, la Trinitaria sigue siendo uno de los sectores urbanos con los más bajos indicadores de pobreza y donde se vive en situaciones de inseguridad.
Daysi Vivero, dirigente y una de las fundadoras de la cooperativa Nigeria, cuenta la realidad de la cooperativa: «Unas 400 familias aún no tienen legalizados sus terrenos y por lo tanto carecen de servicios básicos. También hace falta presencia policial, porque la delincuencia y el consumo de drogas son terribles por aquí».
La Trinitaria es hoy el sector con el mayor número de afroecuatorianos en Guayaquil. Junto a Fertisa, los Guasmos y El Cisne conforman un área que concentra más del 50 % de población de ese grupo étnico en el cantón.
Así lo revela una investigación realizada entre 2010 y 2011, que revisa la situación socioeconómica de los afroguayaquileños y los aspectos de segregación en el territorio.
El estudio identificó también a la zona consolidada del sur de la urbe, así como Bastión Popular y Pascuales, como sectores con mayor población afrodescendiente.
Para levantar ese mapa geográfico (ver infografía) los antropólogos Fernando García y John Antón se basaron en información del Municipio de Guayaquil y del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC).
En el estudio «Segregación espacial territorial afroecuatoriana y geografía de la pobreza en Guayaquil», ambos investigadores observan que la mayoría de afroguayaquileños vive en las áreas de Guayaquil con mayores niveles de necesidades básicas insatisfechas.
De acuerdo con cifras del censo de 2010 del INEC, en Guayaquil viven 255.422 afroecuatorianos, que representan el 11 % de la población total del cantón. Significa que la urbe tiene mayor población negra que la provincia de Esmeraldas, donde hay 234.557 personas de esa raza, según las estadísticas oficiales.
En el primer puerto, el 64,2 % de los afroguayaquileños vive en condiciones de pobreza, según el censo.
«En esta ciudad encontramos una relación muy estrecha entre raza y pobreza», dice Antón, quien también es catedrático del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN). Según él, esta realidad entra en el contexto del racismo estructural.
Antón señala que después de la investigación han observado algunas intervenciones puntuales de los gobiernos local y nacional para mejorar las condiciones de la población, como adecentamiento de calles y alumbrado. «Pero los índices de desempleo, de exclusión, de ingresos, definitivamente no han progresado».
García, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), por su parte, reflexiona a partir de la realidad que hablan las cifras: Guayaquil concentra a la población más numerosa de afroecuatorianos del Ecuador.
«Eso no solo significa números, sino la posibilidad de que ellos participen dentro del gobierno en la ciudad y de que enfrenten estos temas serios de marginación», aclara.
Por ello, estima que las ciudades grandes del país requieren políticas públicas dirigidas específicamente a esos sectores. «Para nosotros, lo preocupante aquí son la desigualdad económica, es decir, la pobreza, y la exclusión racial y étnica». (F)
Mario Avilés Sánchez
avilesm@granasa.com.ec – Guayaquil
Fuente Expreso.ec
