El sonido del silencio , por Félix Pérez Ruiz de Valbuena.

10/06/2013 | Bitácora africana

Pasarse casi 15 minutos escuchando los sonidos del silencio con el Gobernador de la Región del Norte, el Presidente del Consejo Regional, el Alto Comisario y el Alcalde de mi ciudad, además de los Jefes de la Policía Regional y la Gendarmería es un despacho pequeño, como el mío, que no pasa de los 15 m2 se hace largo, muy largo…

Bueno quizás exagero porque sí que escuchábamos algo: el sonido del aparato del aire acondicionado.

El resto de sonidos, pequeños clics casi inaudibles de los 2 tablets abiertos y los 3 teléfonos móviles enviando sms.

Este era el ambiente previo con las autoridades haciendo tiempo para que viniera la gente a la ceremonia de apertura del MINI FESPACO OLVIDO, que ha terminado ayer sábado y que hemos organizado en Ouahigouya, la ciudad de Burkina Faso donde tengo puesta en marcha una Biblioteca-Instituto-Centro Cultural español (lo de español es por mí mismo) perdido en pleno Sahel, en medio de ninguna parte.

FESPACO: Festival del Cine Africano y de la Televisión de Ouagadougou (la capital) y que este año negociamos con la organización para traerlo, en versión reducida, a Ouahigouya, la tercera ciudad del país, de poco más de 120.000 habitantes.

BIBLIOTECA-INSTITUT OLVIDO: Centro cultural con biblioteca, biblioteca digital, tres salas de informática, sala de idiomas (inglés, español), sala de conferencias, sala de cine, espacio cultural, sala de niños y otras actividades…

Entre ellas todo lo que tengan que ver con la cultura y la educación.

Así que nos liamos la manta a la cabeza y nos pusimos a organizar una pequeña edición en nuestra ciudad proyectando películas y cortos ganadores y cine burkinés.

Yo la manta me la quité enseguida de la cabeza, que da mucho calor, pero Asséto, la directora, se lió el foulard a la cabeza, que es lo que se estila que se líen las mujeres en Burkina y como fue ella a la que se le metió la idea entre ceja y ceja, lo del foulard era para que no se le escapara.

Este sería el comienzo si hubiera que hacerlo como una película:

Créditos sobre fondo negro o fundiendo carteles de películas a proyectar con fundido final en negro sobre el texto de idea y realización abriendo sobre mi mini despacho… Primer plano de mí mismo, fijando la mirada hacia diferentes partes, fundiendo con las diferentes autoridades ocupadas cada una en sus tablets, PC y sus móviles…

—¿No quiere un café o un té, Gobernador?

—No, gracias.

—Alcalde, ¿y usted?

—No, gracias.

—¿Nadie quiere tomar nada?

Todos a la vez, coral:

—No, gracias.

Se abre la puerta y el protocolo dice que ya podemos salir, que ya están ocupadas las sillas reservadas a autoridades e invitados. Primer plano mío de alivio. Todos en pie, empezamos a salir, la cámara vuelve a plano de mi iPhone con partida de Triviados a medias… Y fundido sobre negro con texto de «3 meses antes…»

Y así todo. Muchos fundidos sobre negro…

El fundido soy yo y los negros ya os los podéis imaginar.

El caso es que no ha sido tan terrible y desastre como vaticinaba al principio, digamos que sólo la mitad de terrible, aunque un poco más alto el porcentaje de desastre.

Os voy a resumir, porque contado en tiempo real me fatiga un poco y a vosotros un mucho.

La ceremonia de inauguración fue bastante aceptable para lo que suelen ser las cosas por aquí, independientemente de que me hayan salido canas hasta en la calva.

Porque si confías en la gente, al menos en la que yo tengo, estás muerto.

Por ejemplo, tener cambio (moneda pequeña) es un verdadero problema y teniendo en cuenta que la mayoría de las entradas costaban 500 Fcfa había que preveer cambio en cantidad (¡qué inocente soy!).

El contable lo dejó para el último día, como es lógico.

O les dije que metieran las bebidas en dos congeladores que tenemos para poder invitar a las autoridades, pero hasta la noche anterior en que volví a preguntar por ello el de mantenimiento no me dijo que uno de ellos estaba estropeado y tampoco se le había ocurrido llamar a nadie para repararlo.

Lo mismo pasó con un aparato de aire acondicionado de la sala de cine.

Y así, decenas de ejemplos.

En todo caso, la ceremonia de inauguración fue bastante bien, aunque el cantante principal, Bob Sanna, nos llamó la misma tarde para decir que no podía venir.

Porque aquí en Burkina todas las ceremonias, incluso conferencias y talleres de formación que se precien tienen que tener algún tipo de actuación (cante, baile, cómicos…).

Nosotros tuvimos actuaciones entre discurso y discurso: Troupe tradicional de danza, Wend Daabo, Maman Colonel, Mariah Bissongo (la de la moto robada), Les Playerz y Awa Boussin.

al acabar nos retiramos las ‘autoridades’ a tomar un refresco y pasar a la proyección de la película ganadora de este año: TEY (Aujourd’hui), del senegalés Alain Gomis.

Lo que no hubo fue mogollón de público de a pie a seguir el concierto que siguió después con todos los artistas y los animados concursos de baile entre voluntarios del público.

Y al día siguiente empezaron las proyecciones.

Hemos dado 4 proyecciones por día, a las 10 a las 15, las dos con debate, a las 20, al aire libre y a las 20:30.

Subí el primer día a la primera proyección y sólo había cuatro personas ¡¡¡Cuatro!!

Así que movilicé a todo el personal para que secuestraran a quien fuera, llamaran a su abuelita decrépita e, in extremis, trajeran a los locos que deambulan por las calles.

El caso era dar un poco de calor humano al evento, el otro calor está garantizado.

Por supuesto di instrucciones de que la entrada era libre y que entraran al menos los 22 azafatos/as que habíamos reclutado para ayudarnos.

Al final las proyecciones de 10 y 15 horas, gratis. Aunque debamos pagarle a FESPACO el 50% del precio teórico de los asistentes.

En total ha habido, 260 sin pagar, y 213 pagando.

En fin está claro que hay crisis en el cine y que podemos seguir haciendo el festival en la próxima edición para 2015 (es bienal), pero público, lo que se dice público nos va a costar lo nuestro.

Porque aquí lo único que funciona y no todos los días son las cinco discotecas que hay y los innumerables maquis, baretos locales.

Hemos hecho también, al lado de la Biblioteca una rue marchande, pequeña feria con puestos con venta de artesanía, ropa, alimentación y medicina tradicional, telefonía, etcétera, pero lo comido por lo servido, porque el precio del stand era lo que teníamos que pagar por montarlo. Era sólo por darle vidilla al festival.

Aunque vidilla, vidilla, lo que se dice vidilla, vidilla, poca vidilla.

No sé si el niño nos ha salido tonto, o un poco tocado, pero ya le tenemos cariño.

Es nuestra criatura, vamos a intentar ocuparnos bien de él para ver si conseguimos que salga adelante. Al menos nadie nos podrá decir que no lo hemos intentado.

Mais, c’est pas facile, je vous jure…

Y para rematar el pastel, la guinda.

O bien, por si no éramos pocos, parió la abuela.

En la proyección de las 8 de la tarde de ayer, clausura, al aire libre, llegó el aire totalmente libre, anárquico diría yo, y nos montó un vendaval que no se ve todos los años.

Esto de ser ateo practicante tiene sus riesgos y los dioses mandaron a Eolo para que me dieran un buen escarmiento, ya me podían haber mandado a Leolo, que es más de cine.

Una tormenta con un viento tan tremendo (excuso contaros la arena) que no podíamos sujetar la pantalla (móvil) ni con cuatro personas.

Al final hubo que suspender la proyección y esperar todo el mundo refugiado en el interior de la biblioteca hasta que amainara para poder regresar a sus casas.

Se continuó la proyección de la película en la sala de cine cubierta, cuando terminó la otra película.

Hubo cuatro chicas desmayadas a las que tuvieron que venir los bomberos a llevar al hospital (aquí son los bomberos los que se ocupan de evacuar a los enfermos o accidentados; las ambulancias están para otras cosas y son de pago). Las chicas, aquí, son muy sensibles a la histeria, se dan montones de casos, pero creo que todas se han recuperado bien.

Pero la tormenta ha sido terrible, ha habido dos muertos por derrumbes de sus casas y muchos destrozos.

Hasta el techo de mi casa (una parte) ha volado…

Quizás tenía que haber proyectado Lo que el viento se llevó, pero no la tenemos entre nuestros fondos.

Tuvimos nuestra noche trágica, pero también nuestros 2 minutos y 17 segundos de gloria, en la RTB (telediario de la Radio Televisión de Burkina)

Original en : FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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