El rey de Marruecos se pasea por Túnez en vaqueros, por Antonio Molina

10/07/2014 | Bitácora africana

Que nuestro vecino del sur manifiestamente pretende modernizarse es evidente. Hace unos años, M-6 proclamó el nuevo código de la familia, pero la “Mudwana” se quedó corta, según las feministas marroquíes, pues el rey no quiso enfadar a la parte masculina más conservadora del reino.

LA VISITA REAL A TÚNEZ

A mediados de junio, el rey alauí, emir de los creyentes, estuvo en visita oficial en Túnez. Las TVs lo mostraron al bajar del avión de la Royal Air Maroc, en atuendo tradicional: la “gandurah” blanca y el “fez” de lana roja. El príncipe heredero, Mulay al Hasán, iba vestido como su padre. La chechia calada hasta las orejas, que las tiene bastante separadas del cráneo, como los elefantes. Igual se abanica con ellas en verano… Esta indumentaria contrastaba con la de las autoridades tunecinas, que trajeaban a la “europea”: ternos impecables, corbatas y camisas de marcas francesas. No faltó nada en recibimiento en el aeropuerto de Cartago: ni la banda de música, ni el estrado baldaquino, ni la revista a las tropas, ni los discursos de bienvenida.

Parece que en el plano político ha sido un viaje histórico. Hoy no nos vamos a parar en subrayar lo que supone un estrechamiento de relaciones entre Marruecos y Túnez, como tenaza para la Argelia de Buteflica. Pero es comentario de todos, que Túnez le ha gustado mucho a Mohamed VI.

EL FAMOSO PASEO POR LAS CALLES DE LA CAPITAL

Terminada la parte oficial del viaje, el rey quiso prolongar unos días más su estancia como un turista. Acompañado por su hijo y un buen grupo de guardaespaldas, en pantalones vaqueros y camisa flotante, dio un buen paseo por las avenidas y calles de Túnez, saludando a la gente, parándose para estrechar las manos tendidas, rodeado cariñosamente por los tunecinos. El rey se mezcló con los transeúntes, dando abrazos y haciéndose fotos con los niños, al estilo del Papa Francisco. No emir, sino padre de una multitud de creyentes…
Este paseo, a través de las redes sociales, ha disparado toda suerte de comentarios. Las autoridades marroquíes confirmaron que era Mohamed VI quien había paseado por las calles de Túnez y no su “doble”.

Estas imágenes fueron emitidas por la Televisión Pública en Marruecos, generando un gran revuelo en la población. Como consecuencia de ello, el Ministerio de Protocolo y Condecoraciones Reales obligó a los responsables de la TV Pública a pedir disculpas a nivel nacional por haber retransmitido esas imágenes; como si fuera un “pecado”, que sus súbditos vieran a Su Majestad en vaqueros y camisa, como un simple mortal.

¿SERÁ UNA CARACTERÍSTICA DEL REINO ALAUÍ ?

Un periodista, entre satírico y cínico, escribía: ”Es una característica del rey de Marruecos: Está sentado en dos sillones: el Trono y el ‘señor Roca’…” Lejos de nosotros tamaña irreverencia. Pero sí nos preguntamos: ¿Cuándo se atreverá M-6 a darse un paseo semejante por las calles de Rabat, de Marrakech o de Casablanca vistiendo los mismos vaqueros? ¡Inch’Allah, que sea pronto!

Y al pequeño príncipe heredero, Mulay al Hasán, a ver si un artista de la cirugía estética le ”pega” las orejas a su cráneo, no sea que alguien diga que sufre de “elefantiasis”…Puestos a decir barbaridades… ¡Una más!

Autor

  • Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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