El rey Mohammed VI ha declarado que Rabat está dispuesto a considerar las iniciativas presentadas por Argel para romper el estancamiento político y expresó su disposición a mantener conversaciones con la vecina Argelia, un rival regional desde hace tiempo.
En un discurso pronunciado el martes, el rey dijo que el diálogo era necesario para superar las diferencias de los dos países, y propuso establecer un mecanismo de consulta política conjunta para resolver la disputa actual. El monarca marroquí declaró: «Quisiera decir hoy, de una manera muy directa y responsable, que Marruecos está preparado para un diálogo directo y franco con nuestra nación hermana, Argelia, a fin de resolver las diferencias transitorias y objetivas que impiden el desarrollo de las relaciones entre los dos países.»
Mohammed VI agregó que Rabat está dispuesto a considerar las iniciativas presentadas por Argel para romper el estancamiento político y restaurar los lazos completos, incluida la reapertura de las fronteras terrestres.
La frontera entre Marruecos y Argelia, que se extiende por unos 1.600 km, es una de las fronteras cerradas más largas del mundo. Argelia cerró su frontera con Marruecos en 1994 después de que Rabat impusiera regulaciones de visado a los visitantes argelinos después de un ataque mortal al Hotel Atlas Asni en Marrakech.
El rey declaró que el mecanismo de consulta conjunta permitiría a ambos países analizar los problemas en cuestión de buena fe «utilizando una agenda abierta, sin condiciones ni excepciones».
La Cuestión del Sahara Occidental
El discurso televisado del rey llegó en el XLIII aniversario de la Marcha Verde, cuando miles de marroquíes marcharon por el Sahara Occidental exigiendo el fin de lo que consideraban la ocupación española del territorio marroquí. Mientras que el gobierno español renunció voluntariamente al control del área en 1975, el Frente Polisario, un movimiento independentista respaldado por Argelia, pedía el derecho a la autodeterminación. Sin embargo, Marruecos mantiene que el territorio es una parte integral del país. Este ha sido un importante punto de discordia en las relaciones entre los dos estados, ambos miembros fundadores de la Unión del Magreb Árabe, además de Mauritania, Túnez y Libia. El martes, el rey de Marruecos insinuó que la posición de su país se mantendría sin cambios y que su decisión de unirse a la Unión Africana nuevamente, después de una ausencia de unos 33 años, fue informada por la identidad africana del país y no tiene como objetivo defender su posición con respecto al Sahara Occidental.
Fuente: Al Jazeera
[Traducción y Edición, Sara Gil Martín-Serrano]
[Fundación Sur]
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