El Proyecto Akanyaru: un impulso a las relaciones entre Burundi y Ruanda

12/07/2023 | Crónicas y reportajes

imagen_2023-07-10_204353861.png Los lugareños esperan ansiosamente un nuevo proyecto de agua que promete acercar a los burundeses y los ruandeses, mejorando los medios de vida locales y el comercio bilateral.

Desde tiempos inmemoriales, los habitantes de Burundi y de Ruanda han vivido como hermanos y hermanas. Los matrimonios mixtos son comunes y los lazos familiares se extienden más allá de la frontera. Los idiomas de los dos países son tan cercanos que son mutuamente comprensibles.

Pero los países vecinos se miran con desconfianza desde 2015. Ese año, los disidentes burundeses intentaron destituir al presidente, el difunto Pierre Nkurunziza, de su cargo. Los disidentes fracasaron y muchos huyeron del país. Nkurunziza acusó a Ruanda de respaldar el fallido golpe y de dar cobijo a los disidentes.

Sin embargo, los casi siete años de hostilidades entre los dos países y el cierre de fronteras han sido una anomalía considerando su larga pacifica historia y similitudes demográficas. Los presidentes de ambos países dicen ahora que quieren buenas relaciones. El 7 de marzo, Ruanda abrió nuevamente su frontera con Burundi.

Acuerdos bilaterales y regionales y organizaciones vinculan también a los dos países. Ambas naciones pertenecen a la Comunidad Económica de los Grandes Lagos (CEPGL), la Comunidad de África Oriental (EAC), el Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA) y la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC).

Ruanda y Burundi son también miembros de la Unión Africana (UA) y de las Naciones Unidas (ONU), que brindan amplios canales para resolver disputas. Teniendo en cuenta la postura más conciliadora adoptada por el presidente de Burundi, Évariste Ndayishimiye, en comparación con su predecesor, es probable que posibles disputas futuras se resuelvan sin causar renovadas hostilidades.

En este renovado clima de cooperación existe una nueva esperanza de que se reaviven las relaciones entre los dos países y los dos vecinos puedan tener mejores vínculos diplomáticos, comerciales y sociales. Esto allanaría también el camino para implementar planificados proyectos cooperativos transfronterizos como el Proyecto de Desarrollo de Recursos Hídricos de Propósitos Múltiples de Akanyaru.

Además de generación de energía, suministro de agua y riego, el proyecto contribuirá al desarrollo de otros usos auxiliares del agua, como el fomento de la ganadería, la creación de empleo, el control de inundaciones, la protección del medio ambiente y la gestión de cuencas hidrográficas, impulso a la producción agrícola, el desarrollo socioeconómico y, en última instancia, reducción de la pobreza”, según el Programa de Acción Subsidiaria de los Lagos Ecuatoriales del Nilo (NELSAP), uno de los tres centros de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo (NBI).

Mwasiti Rashid, Oficial del Programa NELSAP para la Gestión y el Desarrollo de los Recursos Hídricos, dice que la ubicación del proyecto es «estratégica» para combinar las relaciones entre los dos vecinos. “En primer lugar, un tramo de la represa estará en Burundi y otro en Ruanda. Para que esto tenga éxito, los dos países tienen que trabajar juntos desde el nivel técnico hasta el de gestión”, dice Mwasiti.

Leopold Nsengimana, un agricultor del sector de Mukindo en la Provincia Sur de Ruanda, se alegra ante la perspectiva de tener energía segura para su familia. El padre de tres hijos dice que siempre ha sido difícil proporcionar luz para que su hija de 11 años pueda estudiar. “A veces no tengo dinero para comprar combustible, lo cual es un desafío para la educación de mi hija”, dice Nsengimana.

Los hijos de Nsengimana, incluido su hijo menor de 5 años, tienen que caminar unos tres kilómetros para ir a buscar agua para uso doméstico. “Mi corazón sigue inquieto cuando mis dos hijas (de 11 y 9 años) salen de casa a buscar agua, porque no sabes lo que les puede pasar”, dice Nsengimana, y agrega que espera que el proyecto reduzca las enfermedades transmitidas por el agua que han afligido a su familia durante mucho tiempo.

El Río Akanyaru

El río Akanyaru es el principal afluente del río Nyabarongo. Nace en las tierras altas occidentales de Ruanda y Burundi y fluye hacia el este y luego hacia el norte definiendo la frontera entre la provincia del sur de Ruanda y la provincia de Ngozi de Burundi antes de unirse al río Nyabarongo. La cuenca del río cubre un área de 2650 kilómetros cuadrados y es parte de la Cuenca del río Kagera, que forma parte de la Cuenca del Lago Victoria.

El río es rico en biodiversidad y alberga al menos 54 especies de aves, como la garza blanca malgache, el aguilucho pálido y la agachadiza grande. La extensión inferior del río consta de significativos, aunque no conservados, humedales que son importantes para la mayoría de actividades humanas, principalmente para la agricultura y durante la estación seca la gente corta y quema la vegetación de los pantanos para fertilidad.

Los humedales y pantanos se utilizan principalmente para el cultivo de arroz, maíz, caña de azúcar, batatas y otras hortalizas. Además, los peces del río proporcionan alimento e ingresos para las áreas circundantes, y el trabajo de los ladrillos es una actividad económica importante donde Akanyaru se une al río Nyabarongo. El ecosistema del río Akanyaru y su rica biodiversidad lo convierten en un interesante destino turístico.

El Proyecto Akanyaru

El proyecto transfronterizo fue identificado i n 2012 por NELSAP y los gobiernos de Burundi y Ruanda con un costo estimado de 191 millones de dólares. Fue uno de los proyectos aprobados por la reunión del Consejo de Ministerios de los Lagos Ecuatoriales del Nilo (NELCOM) celebrada en Entebbe, Uganda, el 13 de octubre de 2015.

Compuesto por una presa de 52 metros de altura con una capacidad de almacenamiento de 333 millones de metros cúbicos, se espera que, una vez finalizado, el Proyecto Akanyaru suministre agua a 614.200 personas y riegue 12.474 hectáreas de tierras agrícolas, beneficiando directamente a 24.948 agricultores. También generará 14,5 megavatios de energía hidroeléctrica. “Se espera que el proyecto suministre energía a por lo menos 141 000 hogares y a más de 846 000 personas en Ruanda y Burundi”, dice Mwasiti.

El proyecto incluye también la restauración de más de 1.700 kilómetros cuadrados de degradadas cuencas hidrográficas de aguas hacia arriba de la presa y el embalse en Ruanda y Burundi. Además, brindará también oportunidades de empleo tanto para ruandeses como para burundeses, especialmente para los que viven a lo largo del río. “Aquí tenemos muchos desempleados jóvenes. Esperamos que este proyecto ofrezca una serie de oportunidades a gente desempleada”, explica Mwasiti.

Una subvención de los gobiernos de Suecia y Noruega financiará el Proyecto de Desarrollo de Recursos Hídricos de Propósitos Múltiples de Akanyaru a través de una asociación con el Banco Africano de Desarrollo (BAfD) bajo el Nuevo Partenariado para el Desarrollo Africano – Fondo de Preparación de Proyectos de Infraestructura (NEPAD-IPPF) y el Fondo Africano del Agua (AWF) a un costo de 2,3 millones de dólares.

Los fondos se utilizarán para viabilidad, diseño detallado y preparación de los documentos de licitación, y los estudios independientes de Evaluación de Impacto Ambiental y Social (ESIA) y estudios del Plan de Acción de Reasentamiento. Los gobiernos de Burundi y Ruanda contribuirán con el 10 % como pago de compromiso para el proyecto.

Las esperanzas son altas

Jean Bizumuremyi, jefe de la Zona Mparamirundi de Burundi en Kayanza, dice: “Hemos oído que hay un proyecto para proteger las orillas del Río Akanyaru y sus cuencas. Pero las actividades aún no han comenzado. Estaremos contentos cuando empiece esta actividad”, añade.

Longin Majambere, residente de la Colina Cendajuru de la provincia de Kayanza en Burundi, espera que él y su familia tengan pronto acceso a agua limpia y segura. “Si el proyecto trae agua, será algo muy bueno. Esto reducirá algunas enfermedades de higiene. No tenemos agua potable”.

Christopher Nkeramihigo, residente de Gishubi, distrito de Gisagara de Ruanda, dice que está igualmente complacido de que las familias dispongan de agua limpia y segura. Dice: “Esto ayudará a la gente, principalmente niñas, mujeres y niños pequeños, a no perder mucho tiempo mientras van a buscar agua a lugares distantes”.

A veces, dice Nkeramihigo, sus cultivos han sido arrastrados por la erosión del suelo cuando llueve y se desborda el Río Akanyaru. Mientras tanto, la sequía llega cuando terminan las lluvias. “Creo que la represa ayudará a prevenir la erosión del suelo para que nuestros cultivos no sean arrastrados”.

Celine Nzamukosha, residente del sector de Muganza en Ruanda, está de acuerdo y agrega que a veces sus cultivos se han secado por falta de agua. “Cuando tenemos agua cerca, incluso si no hay un sistema de riego, puedo regar mis cultivos para tener siempre suficiente comida para mi familia”.

A lo largo de los años, la gente de la cuenca de Akanyaru ha dependido solamente de la lluvia para regar sus cultivos, pero la gente podrá sembrar todo el año con riego.

Joseph Nimfasha, director a cargo del Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería de Burundi, comparte su entusiasmo por el proyecto Akanyaru, principalmente porque “el proyecto contribuirá a la promoción de productividad agrícola” y aumentará la seguridad alimentaria en ambos países.

Muy pocas familias en el área de Nkeramihigo tienen acceso a la electricidad. Él dice que cree que, con energía disponible, habrá una creación de empleo como en talleres de soldadura, molinos y peluquerías.

Aquí tenemos mucha gente desempleada. Incluso durante la estación seca, la gente no está ocupada. Pueden tener la oportunidad de ganar dinero”, espera Majambere.

Más allá de los beneficios directos, dice Nimfasha, “el proyecto ayudará a mejorar las relaciones entre los dos países hermanos: las relaciones diplomáticas, comerciales y sociales”.

Como resultado de la mejora de las relaciones, Majambere dice que el acceso a atención médica será más fácil, así como el acceso al hospital regional de Butare (en el distrito de Huye en Ruanda).

El camino a seguir

Mwasiti dice que se ha pedido a los gobiernos de Burundi y Ruanda que firmen el Memorando de Entendimiento (MOU) para el buen funcionamiento del proyecto.

Se llevó a cabo una evaluación como parte de los estudios de prefactibilidad y se señalaron cuestiones ambientales, socioeconómicas, políticas, legales e institucionales.

Tanto Burundi como Ruanda ordenaron formalmente a NELSAP que preparara, en su nombre, el proyecto para que sea completamente factible, preparar un detallado diseño, los documentos de licitación, una evaluación de impacto ambiental y social (ESIA) y un plan de acción de reasentamiento (RAP).

En agosto de 2021, el Secretariado NBI anunció que estaba en curso un proceso de movilización de fondos para el proyecto Ruanda-Burundi Akanyaru Multipurpose Water Resources Development

Davis Mugume and Fabien Niyonizigiye

Fuente: The Niles

Autor

  • Codirector del CIDAF-UCM y subdirector del máster de Titulación propia "Cultura y Pensamiento de los Pueblos Negros" de la Universidad Complutense de Madrid.

    Periodista y bibliotecario, con la suma de ambos conocimientos ha pretendido dominar todas las fases de la información, desde su génesis hasta su procesado y puesta a disposición de la sociedad. En 1991 comenzó a trabajar en el Centro de Información y Documentación Africana (CIDAF), siendo nombrado en 2001 director de comunicación y biblioteca. Desde entonces la Biblioteca “Dionisio Segura” del CIDAF (Fundación Sur) ha desarrollado una extensa actividad de extensión social que ha abarcado desde los medios de comunicación social hasta las TIC. En 2012 fue nombrado subdirector del CIDAF (Fundación Sur).

    Rafael Sánchez dirige y produce tres programas de radio y podcast “Africanía”, “La Otra Cara de África” e Informe del CIDAF-UCM que se emiten en más de treinta radios españolas e iberoamericanas; además de colaborar con RTVE-Radio Exterior de España en el informativo semanal de “África Hoy” desde hace más de 25 años. Ha diseñado y es director del primer Portal del Conocimiento sobre África , basado en las teorías de la gestión del conocimiento y en la implementación de las TIC. Además, ha diseñado y coordinado los proyectos de Educación al desarrollo “África en la Escuela” y “África en las Bibliotecas”.

    En el campo editorial ha coordinado la edición de las monografías: “Patrimonio Musical de los Wagogo: Contexto y sistemática”, “África ante el mito del Desarrollo: La Propuesta del NEPAD a la luz de la ética cristiana del desarrollo”, “Historia del Sudán Occidental”, “Crónicas de Burkina: Flashes de realidades” y “Culturas Africanas y Desarrollo: Intentos africanos de renovación”. Es coautor del libro “La espiral comunicativa, educativa y migratoria para África” y autor de diversos artículos y estudios como: “La cooperación en Marruecos: Una visión desde la otra orilla” y “Unión Europea y África: Reflexiones sobre la ayuda al desarrollo”. Además, ha realizado el documental “El Batik paso a paso” sobre la técnica del maestro tanzano Estomik S. Kirita.

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