En un mundo donde la economía está en constante cambio, los países industrializados utilizan políticas proteccionistas para estabilizar el crecimiento económico. África se enfrenta desde hace varios años a un crecimiento económico que hace que muchos analistas digan que el continente ha alcanzado un punto de inflexión en su desarrollo. Los estados africanos tienen en contra la dificultad de proteger los sectores industriales, lo que podría estimular aún más el crecimiento.
A pesar de un crecimiento económico relativamente dinámico, algunos países del continente todavía se enfrentan a enormes desafíos de desarrollo, no sólo la inseguridad alimentaria, el alto desempleo, la pobreza y la desigualdad, sino también la dependencia de los productos base de la agricultura y los productos básicos, todo lo cual lleva a la falta de transformación económica.
Los gobiernos africanos han adoptado diversas iniciativas para superar estas dificultades y mejorar las condiciones de vida de la población. A nivel continental, los Jefes de Estado han adoptado una política que se centra en la apropiación nacional del proceso de desarrollo y sus resultados y recomienda las intervenciones en las siguientes áreas prioritarias: agricultura, seguridad alimentaria, integración regional, infraestructura, cambio climático, medio ambiente, desarrollo humano, gobernancia económica, creación de capacidades y el empoderamiento de las mujeres.
Los sectores más subvencionados en África son las áreas de energía y petróleo, pero no se protegen lo suficiente, ya que aún existe hoy un predominio de los mercados africanos multinacionales. La liberalización del comercio con la llegada de la globalización, ha tenido consecuencias negativas en el desarrollo de la economía africana. Los derechos de aduana sobre las mercancías importadas se redujeron, los mercados internos fueron inundados con importaciones más baratas que debilitaron aún más a las pequeñas y medianas empresas. Incapaces de hacer frente a esta competencia, muchas empresas se vieron obligadas a cerrar o fueron privatizadas.
La falta de proteccionismo
En comparación con todas las regiones en desarrollo, «es en África donde la capacidad de la industria de la manufactura cayó más», según un estudio universitario. Las políticas de ajuste estructural han reducido significativamente el papel del Estado en el desarrollo industrial. Sin embargo, de acuerdo con el mismo estudio, hay algunas excepciones como Botsuana, Mauricio y Zimbabue, que han tenido cierto éxito a través de una fuerte intervención del sector público.
Algunos sectores como las finanzas, la agricultura, la energía, la tecnología y las comunicaciones deben ser protegidos por los Estados de África, ya que estos son los sectores que más contribuyen al crecimiento económico y el mayor potencial del continente. Los jóvenes africanos, tratan de encontrar, a menudo utilizando materiales cotidianos, soluciones que ayuden a aumentar la economía familiar. Pero también es cierto que existen muchos obstáculos que impiden la aparición real de invenciones capaces de crear más riqueza y mejorar la vida cotidiana de la gente. Van desde el mal funcionamiento de las leyes sobre la propiedad intelectual a la falta de apoyo financiero para los desarrolladores de proyectos.
La falta de protección de las industrias de manufacturas en África favorece a las grandes multinacionales extranjeras. Las empresas locales de tamaño mediano, fundamentales para el desarrollo de un sector de manufactura privado y local, son cada día menos numerosas.
afriqueexpansion.com – (Fundación Sur)