El ministro surafricano de la reforma agraria, Gugile Nkwinti, ha declarado que muy pocos de los terrenos transferidos a los negros bajo la ley de la reforma de la tierra del país, han sido productivas, en parte por la mala gestión.
El programa de reforma agraria implantado en Suráfrica para devolver tierra a los negros, ha causado malestar y ha reducido la inversión en el sector agrícola, ya que los agricultores comerciales blancos siguen sin estar seguros de si reinvertir en tierras de cultivo sobre las que hay una reclamación por parte de agricultores negros.
“El gobierno no tiene una estrategia para asegurar que la tierra era productiva, si es que ha habido una estrategia, no ha estado respaldada por los recursos apropiados”, declaró Nkwinti en una conferencia.
Desde que terminó el apartheid, en 1994, el gobierno de Suráfrica se marcó el objetivo de devolver más del 30 % de la tierra de cultivo a los negros, para 2014, como parte de un plan para corregir los desequilibrios raciales en la distribución de la tierra, causados por el apartheid.
Pero el programa no ha funcionado como se esperaba, debido a varios obstáculos como la falta de fondos o mala gestión.
“El otro problema es que hemos dado terrenos a grandes grupos de personas y cuando hay conflictos dentro del grupo, todos dejan de trabajar la tierra… la energía se consume en la lucha y la tierra se queda ahí, sin producir”, señaló.
“Ahora el proceso de reforma agraria ha cambiado, para centrarse en la gente que demuestra más pasión y capacidad para la agricultura”, según él, el gobierno se ocupará de algunos de estos desafíos en su Libro Verde, que pretende resucitar el programa de reformas.
El nuevo borrador de política agraria de Suráfrica también propone límites a la propiedad de la tierra, tanto para los nacionales como para los extranjeros.
La reforma de la tierra (agraria) es un tema delicado en Suráfrica, y ha sido puesto de relieve en la actualidad, de nuevo, por el declive de la agricultura en el vecino Zimbabue, donde los agricultores comerciales blancos a menudo son expulsados violentamente de sus tierras, por el gobierno del presidente Mugabe.
Pretoria ha dicho que su propia reforma agraria será ordenada, pero los críticos han dicho que muchos de los mismos problemas a los que se enfrenta Zimbabue, como la falta de un apoyo adecuado para los nuevos agricultores y falta de preparación, tienen muchas posibilidades de obstaculizar el programa de Suráfrica.
(News 24, Suráfrica, 07-10-10)