El problema de las migraciones es el sedentarismo, por Liliana A. Negrín

5/12/2018 | Bitácora africana

migraciones_2.jpg En materia migratoria, gran parte de la información que se comparte en redes sociales cuenta y en muchos casos nos obliga a creer, erróneamente, que la mayoría de los inmigrantes son originarios del continente africano. En el territorio que nos ocupa, olvidamos que las tasas más altas de inmigrantes pertenecen a América latina consecuencia directa del periodo colonial, las relaciones comerciales, culturales y por supuesto lingüísticas, que han mantenido estos dos territorios a lo largo de la historia.

En este contexto, no podemos dejar de mencionar la tasa migratoria procedente del norte de Europa: Italia, Inglaterra, Alemania, etc., En el caso de las migraciones europeas me pregunto: ¿cuál es el objetivo de obviar en ciertos medios y en las redes estos movimientos? Busco respuestas a este acto y quizá no exista ningún objetivo, simplemente sea el hecho de no considerar a los procedentes de Europa del norte como inmigrantes, situando esta palabra en el montón del “peyorativismo”.

A mi parecer, el propósito de mostrar datos engañosos tiene como único fin fomentar la xenofobia y el rechazo entre la población. Todas estas acciones son el resultado directo del desconocimiento y la ignorancia de la historia, pero sobre todo del oscurantismo con el que se han contado los acontecimientos bélicos alimentados por el interés político de enfrentar a dos grupos culturales.

Frente a estas cuestiones nos encontramos con los Estados, entes de carácter político que reflejan las necesidades e intereses de la clase dominante, en muchos casos olvidándose de la existencia de los derechos de los seres humanos. Los Estados están dispuestos a la creación, consolidación y puesta en marcha de políticas migratorias del mismo carácter xenófobo que la clase dominante, para así responder a la realidad latente en las calles. En otras palabras, nos encontramos una vez más ante un círculo virtuoso donde la sociedad y el sistema político están contagiados por la misma ideología del sedentarismo y ombliguismo. Ante todo, recordemos que gran parte de quienes forman este sistema ideológico obvian la existencia de material histórico, con un discurso poco coherente y con argumentos contrapuestos.

A lo largo de la historia, los seres humanos hemos pasado de ser nómadas a, muchos de nosotros, convertirnos en sedentarios, inclusive en nuestra vida cotidiana. Además, la creación del término frontera y el interés de llevar este término a la práctica ha separado tantos territorios como personas. No olvidemos que en África la división reglada de la colonización europea marcó la configuración geopolítica del continente, y por lo tanto socio-económica. Sorprende pensar que precisamente, Europa y Occidente pasen los días jactándose de sus avances a todos los niveles, pero aun existiendo bibliotecas, mediatecas y centros de información de toda índole al alcance de todos, sigamos dudando y poniendo en entre dicho no solo a los seres humanos, sino también a su legalidad.

Los movimientos migratorios son naturales, además algunos grupos mantienen el nomadismo como forma de vida, por esta razón necesarios para la supervivencia. Todos estos desplazamientos son espontáneos, estacionales y guiados además por las condiciones climáticas, por lo tanto muchos de ellos circulares y basados la mayoría en la agricultura, la caza y el pastoreo.

Por suerte, en África algunas de sus fronteras, actualmente, continúan siendo porosas y con baja legitimidad de los Estados, favoreciendo a la libre circulación de personas, representando las migraciones intra-africanas un porcentaje mayor al que representan los movimientos extra-africanos. En cambio, en la mayoría de Estados europeos y occidentales se controlan las entradas violentamente tanto en sus acciones como en sus discursos.

Por todo ello considero que es de especial importancia poner filtro a ciertas fuentes de información, algunas de ellas manipuladas. También dudemos de las conversaciones en lugares públicos, centros de salud, bares, restaurantes, plazas, filtro a todas las personas que, sin conocer ni la historia ni la realidad, comparten, dicen, miran, gritan y desprecian a otro humano por el simple hecho de no ser de “aquí”.

Autor

  • Liliana A. Negrín, Nacida en la isla canaria de La Palma en 1993.
    Desde pequeña y tras sus estudios de secundaria siente inquietud por la lengua y la cultura francesa, sin duda en relación al hecho de que su bisabuelo permaneció en ese país durante la dictadura del General Franco como exiliado político.

    En esa línea, decide encaminar sus estudios en este ámbito con la graduación en Estudios Francófonos Aplicados en la Universidad de La Laguna. Conseguido este objetivo opta por continuar en el mismo sendero completando sus estudios en la Universidad de La Rochelle.

    Participa durante el curso académico (2015-2016) en el programa de Asistente de Conversación del Ministerio de Educación. Su puesto de asistente en la Académie de Bordeaux le permitiría estar en contacto con jóvenes descendientes del continente africano.

    A su vuelta a España, realiza el Máster en Relaciones Hispano Africanas y pone fin a este con un proyecto titulado: “La complejidad política en Congo-Zaire tras la independencia”. En su discurso toma como referente algunos de los pensadores del panafricanismo en su lucha contra el colonialismo y eurocentrismo.

    En la actualidad, continúa investigando por cuenta propia el contexto socio-político y cultural del continente, poniendo especial hincapié en la República Democrática del Congo y Canarias.

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