La decisión de Barclays Bank de cerrar las cuentas de trasferencias monetarias el 30 de septiembre, causará un perjuicio inmenso e innecesario a Somalia. Afectará directamente a millones de somalís completamente inocentes, para los cuales las remesas del exterior son absolutamente vitales.
Con ello es con lo que alimentan a sus familias, visten a sus hijos y tratan sus enfermedades. Esto es lo que les mantiene con vida. Y el cierre de las cuentas se realiza, Barclays estará condenando a millones de somalíes a una terrible pobreza. Incluso se pueden perder vidas de somalís como resultado de la medida.
Las trasferencias de dinero hacia Somalia suponen más de 1.000 millones de dólares al año. Una cifra al lado de la cual la suma total de la ayuda exterior al país se queda pequeña. Estas no son solo transferencias de amigos y familia, También son transferencias de las agencias de la ONU, de organizaciones internacionales de ayuda y de muchas ONG. Dahabshiil, la compañía de transferencia de dinero más grande de Somalia, informa de que el 95% de la financiación para proyectos humanitarios es transferida a través de su red. En otras palabras, el cierre de estas cuentas, detendrá de un plumazo el elemento vital de la economía de Somalia. Como dijo el primer ministro David Cameron en la conferencia de Somalia, celebrada en Londres el 7 de mayo de este año, “los somalís hacen un gran contribución a nuestro país, aquí en Reino Unido, y sus transferencias tienen un valioso papel en Somalia”.
La decisión del Barclays es extraordinariamente impopular en Somalia. También socava directamente la política británica hacia Somalia. Aparte del enorme daño que causará a nuestro país, también afectará a la reputación e interés de Gran Bretaña como un socio de valor.
El gobierno Federal de Somalia comprende enteramente las legítimas preocupaciones de Barclays, con respecto al cumplimiento de la ley y las actividades ilegales, como el blanqueo de dinero del terrorismo. El gobierno comprende demasiado bien los costes del terrorismo y está profundamente comprometido en la lucha contra el mismo. Sin embargo, el cierre de estas cuentas de trasferencia de dinero, no causará ninguna diferencia en las actividades terroristas. En realidad, en lugar de luchar contra la actividad terrorista, la medida jugará a favor de grupos como Al Shabaab, al dañar la economía somalí, y forzar a los jóvenes desempleados a refugiarse en este grupo armado. La tragedia del ataque al Westgate de Nairobi es una evidencia de esto.
Las compañías de trasferencia de dinero de Somalia están en proceso de reajustar su sistema, aumentar la trasparencia, mejorar los mecanismos de supervisión y control, y trabajar por unas mejores prácticas internacionales. Estas compañías trabajan de cerca con la industria reguladora y con el Servicio británico de Aduanas e Impuestos de Su Majestad para garantizar que sus operaciones cumplen totalmente la legalidad. Las compañías plantearán una solución aceptable para todas las partes si se les da un plazo razonable.
Espero que Barclays pueda estar de acuerdo en reunirse con la industria, como ha solicitado repetidamente la Asociación de Transferencia de Dinero Somalí. A menudo la comunidad internacional nos aconseja que resolvamos nuestras diferencias en torno a una mesa de negociaciones. Espero sinceramente que Barclays adopte este enfoque para discutir las preocupaciones de ambas partes.
Tengo la esperanza de que no deseen seguir adelante con esta decisión innecesaria que es profundamente perjudicial para los somalís inocentes que han sufrido demasiado y durante demasiado tiempo. La solución no es castigar a millones de personas inocentes, sino tomar medidas enérgicas contra los pocos culpables. No es demasiado tarde para ampliar la fecha límite.
Le agradezco su urgente consideración de este asunto, les ruego que revisen la decisión y les agradezco de todo corazón el esfuerzo de resolver esta crisis.
(Jowhar, Somalia, 23-09-13)