El gobierno de Benín ha informado que el presunto líder del intento de golpe de Estado fallido ha buscado refugio en Togo, país vecino, habiendo exigido su extradición de manera inmediata. Un conflicto entre los dos países sobre “el coronel Pascal Tigri y sus presuntos cómplices” podría profundizar las divisiones diplomáticas en África occidental, que está luchando por responder de manera uniforme a una serie de golpes de Estado en los últimos años.
Los soldados golpistas lograron tomar brevemente el control de la estación de televisión estatal de Benín el domingo por la mañana y afirmaron que habían depuesto al presidente Patrice Talon, pero las fuerzas armadas de Benín, respaldadas por las fuerzas militares nigerianas, y con el apoyo de inteligencia francés, lograron parar la intentonao.
El ejército identificó al coronel Pascal Tigri como el líder golpista, aunque hasta ese momento se desconocía su paradero. Uno de los funcionarios benineses informó que tanto el líder militar como otros presuntamente involucrados en el intento de golpe estaban escondidos en “un barrio de la capital togolesa, Lomé”.
El funcionario en cuestión alegó que “si el gobierno togolés no los extradita a Benín, esa será la prueba de que Togo estuvo involucrado en el intento de golpe”. Hay pruebas de que los presuntos golpistas fueron ayudados por Togo y que, en consecuencia, en su huida fueron a este país para encontrar refugio. Benín ha emitido una solicitud para que Togo detenga y entregue a esos “militares fugitivos a las autoridades beninesas a través de sus servicios competentes”.
Según informó el portavoz gubernamental, Wilfried Léandre Houngbédji, Benín ha detenido a 14 personas por el intento de golpe del domingo. El presidente Patrice Talon advirtió que “esta traición no quedará impune”. El gobierno no ha dado un balance oficial de muertos, aunque reconoció que hubo víctimas “en ambos lados”.
Fuentes: Reuters – Africa News
[CIDAF – UCM]
