El magistrado Alex Ithuku, en el Palacio de Justicia de la ciudad de Mombasa, ordenó que Paul Mackenzie, su esposa Rhoda Maweu y los otros 94 miembros de una secta acusados de 238 cargos de homicidio fueran escoltados al hospital. Esta decisión fue tomada después de que algunos de los detenidos, al ser llevados a la sala del tribunal para responder a los cargos de homicidio involuntario, se presenten con una apariencia demasiado frágil y débil tras haber presuntamente realizado una huelga de hambre. Todos los acusados se declararon inocentes de todos los cargos, estos cargos son tan extensos que tardaron cuatro horas y media en leerse.
Paul Mackenzie, que dirigía la iglesia Good News International Church (GNIC), está acusado de dirigir una secta catastrofista o del “juicio final” en la que ordenaba a sus seguidores que se mataran de hambre, a ellos mismos y a sus hijos, para poder llegar al cielo. Mackenzie y algunos de sus seguidores han sido acusados de la muerte de 429 miembros (191 niños) de la GNIC. Muchos creyentes estaban convencidos de que matándose de hambre se encontrarían con Jesucristo antes del fin del mundo. Tras meses de búsqueda, las autoridades exhumaron más de 400 cadáveres del bosque de Shakahola, en el este de Kenia.
[Traducción y edición: Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
0 comentarios