El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, abogó en Maputo por la paz en Mozambique y defendió que las divergencias deben ser expresadas libremente hoy en el Parlamento y la prensa sin recurrir al recurso de la violencia.
En cualquier Estado de Derecho, en cualquier democracia, hay derecho a todas las libertades cívicas, afirmó De Sousa durante una cena ofrecida por su homólogo mozambiqueño, Filipe Nyusi, en el capitalino Palacio de la Punta Roja.
Por ese derecho, agregó, se espera en cambio que la saludable y deseable pluralidad de opiniones se haga dentro del respeto por la Constitución y leyes en vigor, y con recurso al Parlamento y a la expresión de opiniones en la comunicación social libre e independiente.
Sin mencionar a las partes internas en conflicto, el gobernante luso, quien cumple este jueves su tercera jornada de una visita de Estado que concluye mañana, reiteró que en «cualquier Estado de Derecho se espera que las fuerzas político-partidarias se expresen libremente, pero no por la fuerza de las armas».
Instó a esas organizaciones a convencer a los electores con argumentos usados por la palabra, «más nunca por la fuerza de la violencia o el miedo».
De Sousa subrayó que Portugal condena que una democracia recurra a violencia como forma de defender posiciones políticas o puntos de vista. «Lamentamos profundamente la pérdida sin sentido de vidas humanas por conflictos de divergencia de opinión».
Nyusi defendió la víspera un diálogo de paz con el principal partido opositor Renamo antes que una mediación internacional para resolver la crisis política y militar que afecta al país.
«Si llegamos a un momento en que hay un litigio, un antagonismo y las personas no se ponen de acuerdo, entonces resultará necesario dar el otro paso (intervención foránea)», dijo el mandatario en una conferencia de prensa conjunta con De Sousa.
Hizo mención a cómo el estadista visitante puede circular a pie por Maputo y saludar a las personas, sin embargo, en el centro de la nación los ciudadanos no saben si regresarán a sus casas, cuando salen en la mañana por las «acciones de hombres armados de la Renamo (Resistencia Nacional Mozambiqueña)».
En un intento por buscar la paz efectiva en Mozambique, Nyusi convidó a retomar el diálogo al líder de Renamo, Afonso Dhlakama, quien reitera que gobernará en seis provincias del centro y norte, donde reclama una victoria en las últimas elecciones generales (octubre de 2014).
Dhlakama rechazó siempre una posible reunión con el jefe de Estado para resolver la crisis política y lo acusa, al igual que al gobernante Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo), de excluir todas las iniciativas encaminadas a encontrar una manera de salir del callejón sin salida.
El jefe opositor, quien presumiblemente se encuentra en la sierra de Gorongosa, central provincia de Sofala, exige además la mediación de Sudáfrica, la Unión Europea y la Iglesia Católica para poner punto final al actual impasse político.
Ante la nueva convocatoria a un diálogo pacificador, el cabecilla de Renamo no se ha pronunciado.
Prensa Latina
(Fundación Sur)