El presidente Paul Kagame confirma la participación de su régimen en el asesinato del coronel Patrick Karegeya y declara la guerra a los ruandeses

15/01/2014 | Opinión

El 1 de enero de 2014, el cuerpo estrangulado del líder de la oposición, el Coronel Patrick Karegeya, fue encontrado en el Hotel Michelangelo en Johannesburgo, Sudáfrica. El gobierno sudafricano ha hecho un llamamiento a «las autoridades responsables» para que agilicen la investigación».

Según Associated Press, Paul Kagame ha declarado hoy que «uno no puede traicionar a Ruanda y salirse con la suya». «Hay consecuencias para los que traicionan a su país».«Es cuestión de tiempo, aquel que traicione a la nación no podrá eludir las consecuencias», afirmó Kagame en Kinyarwanda, durante el desayuno nacional de oración. El Presidente Kagame informó que todos aquellos que se opongan al régimen deberían ser tratados de la misma manera y que nadie en su gobierno debería compadecerse por el destino de sus enemigos.

Esta confesión del presidente reforzó otras declaraciones similares realizadas anteriormente por algunos de los funcionarios del gobierno de Ruanda. El Primer Ministro, Pierre Habumuremyi escribió en Twitter el 6 de enero de 2014: «aquel que traicione a los ciudadanos y al país que le convirtió en hombre tendrá que sufrir las consecuencias siempre». La Ministra de Asuntos Exteriores, Louise Mushikiwabo escribió en Twitter y después confirmó en una entrevista que Karegeya se había declarado enemigo del gobierno y que lo que le ocurra a sus enemigos, al gobierno no le quita el sueño. En la entrevista, insistió en que el difunto Patrick merecía la muerte por haber traicionado al país que le había creado. Durante una controvertida discusión política en el programa «NDI Umunyarwanda» que tuvo lugar en el distrito de Rubavu, el 11 de enero de 2014, el general James Kabarebe, Ministro de Defensa, se sumó a los otros funcionarios y confirmó la participación del régimen en el asesinato. «No gastéis vuestro tiempo en informes que digan que fue estrangulado con una cuerda, en un séptimo piso de no sé qué país». «Cuando eliges ser un perro, mueres como un perro y los que lo limpian lo harán para eliminar la basura y que no apeste. De hecho, estas son las consecuencias para aquellos que deciden elegir este camino. No hay nada que podamos hacer al respecto, y no deberíamos ser cuestionados por ello». El asesinato y el encarcelamiento de la oposición en concreto y, de ruandeses en general, ha llegado a unos niveles inaceptables. Figuras políticas y periodistas son asesinados dentro y fuera del país. Los líderes políticos de la oposición son condenados a largas penas, incluyendo la cadena perpetua para Deo Mushayidi (PDP Imanzi); 15 años en la cárcel para Victoire Ingabire (presidenta del FDU-INKINGI); 4 años para Bernard Ntaganda (presidente del PS Imberakuri); 2 años para Sylvain Sibomana (secretario general del FDU-INKINGI);15 años para Theoneste Niyitegeka (rival en las elecciones presidenciales de 2003), etc.

Desde 1994, el régimen del Presidente Kagame ha cometido terribles abusos de los derechos humanos en Ruanda y en la República Democrática del Congo, incluidos crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y posibles actos de genocidio. Se ha cerrado el espacio político, se ha restringido la libertad de prensa, se ha silenciado a la sociedad civil y Ruanda se encuentra en un estado de asedio permanente, que recuerda al miedo y a la inseguridad vividos durante el periodo previo al genocidio de 1994. El Estado de Ruanda, en vez de proteger a sus ciudadanos, se ha criminalizado hasta niveles aterradores, proyectando el terror dentro y más allá de la región de los Grandes Lagos. La Comunidad Internacional, a través del silencio, encubrimiento y su clara protección del régimen frente a su responsabilidad por estos crímenes y por una violenta dictadura, ha alentado al Presidente Kagame a actuar con impunidad.

Las voces democráticas de Ruanda durante los últimos años han pedido una solución pacífica, a través del diálogo, para los problemas de Ruanda. El Presidente Kagame ha rechazado la paz y el diálogo y ha optado por un camino de violencia, asesinando y encarcelando a sus oponentes y declarando la guerra a todos los ruandeses que piden libertad.

Teniendo en cuenta lo anterior, solicitamos:

1) Que el Presidente Paul Kagame y su régimen criminal dimitan automáticamente ya que han perdido cualquier legitimidad para gobernar

2) Que los ruandeses rechacen el miedo y la intimidación, mantengan la calma, sigan unidos y estén más decididos a continuar con la lucha justa y legítima por la libertad.

3) Que la Comunidad Internacional invoque «LA RESPONSABILIDAD DE PROTEGER» la nueva seguridad internacional y las normas de derechos humanos para dirigirse a la responsabilidad de la comunidad internacional de prevenir y parar el genocidio, los crímenes de guerra, la limpieza étnica y los crímenes contra la humanidad.

4) Que la Comunidad Internacional obligue a Paul Kagame y a sus agentes del terror a rendir cuentas por los crímenes que han cometido antes, durante y después de 1994; y

5) Que la Comunidad Internacional apoye a los ruandeses que buscan un nuevo orden político caracterizado por la verdad, la justicia, el derecho y la verdadera reconciliación y cicatrización.

Nos gustaría asegurar a los ruandeses que, aunque la lucha por la libertad, la unión, la democracia, la justicia y la prosperidad compartida es larga y difícil, finalmente, la libertad triunfará sobre la dictadura, consiguiendo una vida mejor para todos frente a la imposición de la muerte.

Dr. Nkiko Nsengimana,
Coordinador del FDU-Inkingi Lausana, Suiza

Etienne Masozera, Presidente AMAHORO People’s Congress Ottawa, Canadá

Dr. Theogene Rudasingwa, Coordinador del Rwanda National Congress (RNC) Washington DC, EE.UU.

E-mail: ngombwa@gmail.com

(Traducción, Mercedes Negueruela)

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