El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha devuelto el proyecto de ley anti-LGBTQ al Parlamento con el fin de que sea revisado, haciendo por lo menos alguna modificación que permita especificar mejor la distinción entre ser homosexual y participar en actos de homosexualidad, proponiendo que no se persiga a una persona que reconoce su homosexualidad, pero que no ha cometido ningún acto homosexual. Por otro lado, pide que se incluya una ayuda a la rehabilitación para aquellas personas homosexuales que quieran apoyo. La legislación anti-LGBTQ fue aprobada el mes pasado por mayoría parlamentaria, condenando a cadena perpetua aquellas personas que realicen actividades homosexuales, llegando a la pena de muerte si se es reincidente.
A pesar de ello, el presidente de Uganda mantiene la opinión de no tolerar a nivel social la homosexualidad. Propone que no se debe actuar sobre la »desviación» de una persona, sino sobre sus acciones. Estados Unidos y el Parlamento Europeo han estado presionando al presidente contra esta ley, amenazándole con hacer peligrar sus relaciones. A pesar de ello, algunos países de la zona, como Tanzania, están siguiendo la misma línea.
Fuente: Nation
[Traducción y edición, Guillermo de Simón]
[CIDAF-UCM]
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