El presidente de Túnez, Kaïs Saied, aumenta su poder y ha asumido el control de la política monetaria del país, minando la independencia preservada hasta el momento por el Banco Central tunecino.
Después de haber convertido un sistema político parlamentario en uno presidencial autocrático en 2021 y haber rechazado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que pedía recortes de subsidios y una reforma de las finanzas públicas para frenar el gasto publico y la inflación, el presidente tunecino ha decidido extender su poder al Banco Central para conseguir un financiamiento directo del presupuesto estatal.
Después de haberse negado a acatar la propuesta de la institución financiera internacional, que hubiera permitido recibir un préstamo salvavidas de 1.900 millones de dólares, la falta de acceso a la financiación extranjera ha producido un aumento del endeudamiento de los bancos nacionales, con una deuda pública de hasta el 80 % del PIB, un déficit presupuestario del 10 % del PIB, con un déficit comercial que supone hasta del 15 % del PIB y aumentando la inflación. Bajo estas circunstancias, Kaïs Saied ha asumido el control completo de la política monetaria del país a través del Banco Central, con el objetivo de frenar el agravamiento de la crisis fiscal y económica, hasta que no decida adoptar una necesaria reforma económico-fiscal
Fuente: The North Africa Post – Imágenes: Wikimedia Commons, Banco Central de Túnez
[Traducción y edición, Pietro Scardovi]
[CIDAF-UCM]
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