El ambiente político de Túnez se encuentra dividido entre el gobierno de Saied y la oposición que reclama la protección integra del régimen democrático. Con una abstención de más del 90 %, el gobierno de Saied lucha contra la llamada a la ilegitimidad de su mandato, así como su constitución de 2021 por parte tanto de la oposición política como de la sociedad civil. Además, las consecuencias internacionales se empiezan a notar con la llamada de atención que se ha dado por parte de gobiernos como el estadounidense o la Liga Árabe.
Por el lado de la oposición política, casi todos los partidos boicotearon las elecciones desde su inicio. Pasadas las elecciones, la Coalición Nacional de Túnez llama a revocarlas y acelerar la creación de una comisión que legisle una nueva ley electoral. Su razonamiento está en que los resultados de las elecciones, su baja participación, demuestran la ilegitimidad del nuevo orden político impuesto por Saied. Es más, se ha llegado a sugerir la iniciación de un diálogo nacional mediante las mismas estructuras que en 2013 para frenar así la deriva autoritaria y proteger la democracia tunecina.
Otros partidos, como el Movimiento Popular de Túnez, han pedido que Saied entienda la lección demostrada tras los bajos resultados electorales. Se llama así a la apertura de los poderes políticos y sociales para frenar la degradación de las instituciones democráticas y garantizar la paz social. Partidos como Afek Tounes han sido más prácticos asegurando que la segunda ronda de las elecciones, prevista para los primeros meses de 2023, debe cancelarse ya que con toda seguridad obtendrán peores resultados que la primera vuelta. En gran parte, se atribuye a la toma de decisiones unilaterales de Saied la principal causa de la baja participación.
Diversas acciones sociales han sido sugeridas por los partidos, como el Partido Constitucional Libre que ha llamado a la población a participar en una marcha de protesta para el 14 de enero. También se ha recriminado la actitud de Saied el día de las elecciones, que rompió el silencio electoral al mandar un mensaje que pedía a la población acudir en masa a las urnas.
El Sindicato Nacional de Periodistas de Túnez arremetió contra la Alta Autoridad para las Elecciones (ISIE) en un comunicado reciente. En él se acusa a la ISIE de evitar las preguntas de los periodistas durante la conferencia de prensa del lunes 19, lo que supondría la violación de los derechos de los ciudadanos a conocer información pública. Asimismo, se acusó a las autoridades de retener los datos de participación e información de los colegios electorales durante el día de las elecciones.
No es de extrañar que, dada la desconfianza y el proceso de deslegitimización que está sufriendo el gobierno de Saied de manera interna, esté afectando su percepción de credibilidad en el ámbito exterior. Así, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pospuesto el estudio de una nueva base de financiación para el país. Se trata de un préstamos de más de mil millones de dólares que ayudarían en la lucha contra la inflación y afrontar la crisis económica que se ha asentado en el país. Esto ha presionado al gobierno de Saied a implementar programas de deuda que ayuden en las negociaciones con el organismo internacional. Estas acciones están limitando de manera directa las capacidades y el rol de la sociedad civil en pos de la priorización de una diplomacia económica.
En esta desconfianza del gobierno de Saied también han participado la Unión Europea. La que fuera uno de los mayores aliados del presidente, que incluso en el mes de noviembre aprobó la concesión de un préstamos de 100 millones de euros, tomó la decisión de no mandar observadores políticos a las elecciones. En un claro movimiento de distanciamiento internacional sin precedentes, Túnez está siendo forzada a la marginación y al aislamiento a causa de la administración presidencial de Saied. Recientemente, también hay que notar la separación de Estados Unidos, que decidió recortar las ayudas y asistencias civiles y militares para el año 2023.
El descontento de la población se ha sumado a la pérdida de fe del ámbito internacional por la que se consideraba como la única democracia triunfante de la Primavera Árabe. La expectación de los siguientes movimientos de Saied no supera al interés por conocer los pasos a realizar de la Unión Africana. La organización todavía no se ha pronunciado respecto a los resultados electorales, pero sobre todo ante la toma de poder ilegítima del presidente Saied.
Fuentes:
[Traducción y edición, Celia Amador Chamorro]
[CIDAF-UCM]