Este 22 y 23 de noviembre ha tenido lugar la cumbre del G20 en Johannesburgo, Sudáfrica. No obstante, Washington la ha boicoteado bajo las acusaciones, desacreditadas, de que su gobierno de mayoría negra está cometiendo abusos sobre la población blanca sudafricana. Una semana después, Trump ha declarado que excluirá a Sudáfrica de la Cumbre del G20 de 2026. Ramaphosa, el presidente del país, ha respondido condenando estas declaraciones, tildándolas de “lamentable” y basadas en una “desinformación flagrante”.
El veto de Trump vino bajo el argumento de que el país está llevando a cabo un genocidio contra los afrikáner, descendientes de los colonos neerlandeses, apropiándose de sus tierras. Ramaphosa ha sugerido que el discurso del presidente estadounidense es parte de una campaña de desinformación que tiene como objetivo obstaculizar la posición internacional del país. El dignatario sudafricano ha declarado que estará presente como “miembro pleno, activo y constructivo” y que tratará de dialogar con Washington con el fin de mantener la relación entre los dos países y arreglar la situación.
Ramaphosa no ha sido el único en pronunciarse al respecto, sino que otros líderes, incluidos algunos europeos afines al país, han criticado las declaraciones de Trump, defendiendo que Sudáfrica es un miembro fundador del G20 y tiene derecho a participar en la cumbre del próximo año.
Fuente: Daily Nation
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