Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica, ha acusado a Europa de haber desestabilizado a Libia y después no haber querido acoger a los refugiados. El líder sudafricano recordó durante esta semana que Europa se decidió a dar un último empujón a Muamar Gadafi a pesar del intento de mediación por parte de la Unión Africana.
Zuma, durante una reunión con diplomáticos extranjeros en Pretoria , declaró que «África fue ignorada cuando decía que tenía una hoja de ruta para trabajar con los libios y cambiar la situación, y ahora quienes contribuyeron a la desestabilización de esa parte del mundo no aceptan a los refugiados. Es su responsabilidad. Lo acusaron ellos y ahora tienen que asumir las consecuencias”.
En 2011, la caída de Gadafi siguió a una intervención militar de la OTAN, a la que se oponían los líderes de la Unión Africana y el propio Zuma. Con los años, el vacío de poder y la guerra civil en Libia han agravado el problema de la trata de personas y favorecido un aumento de las salidas hacia Europa.
Misna / Fundación Sur