El nombramiento por parte del presidente de Senegal Abdoulaye Wade de su hijo, Karim Wade, como ministro de Energía, que acumula a otros puestos gubernamentales, ha causado inquietud en el país, confirmando la voluntad del jefe de estado de hacer que su hijo sea su sucesor, según la prensa de la oposición de Dakar.
Este nombramiento, anunciado el día 4 de octubre, tras muchos días de manifestaciones espontáneas por todo Senegal, para protestar contra los numerosos apagones eléctricos, sumados a la escasez de gas, ha tenido el efecto de una bomba, en un país de tradición democrática arraigada.
Este nombramiento de Karim, de 42 años, como ministro del estado apodado por la prensa como “ministro de tierra, mar y aire”, ya que sus funciones se amplían en los sectores clave (cooperación internacional, transporte aéreo, infraestructuras y ahora energía), supone un ascenso preocupante, a un año de las elecciones presidenciales, previstas para principios de 2012.
En un editorial titulado “Karim, el ogro!” el diario L’As, privado, afirma que “Wade junior se convierte de facto en el presidente-bis” y se pregunta “¿qué aptitudes en gestión de energía ha demostrado Karim Wade, si no es su estatus de hijo del jefe de estado, para merecer el puesto?”.
El presidente Wade, de 86 años, que encarnó la alternancia con su elección triunfal en el año 2000, después de 40 años de gobierno socialista, fue reelegido en 2007, y anunció su intención de presentarse a las elecciones de 2012, para un tercer mandato. Tras su elección en 2007, declaró que no se iba a presentar, porque la constitución no se lo permitía, pero recientemente ha declarado lo contrario y ha dicho para justificar su cambio de opinión que “sólo los imbéciles nunca cambian de opinión”.
Muchos analistas, políticos senegaleses y observadores sospechan que quiere ser reelegido en 2012, para luego pasar las riendas a Karim, que se está preparando para las más altas funciones, ocupando puestos sensibles. “Este nombramiento no hace más que confirmar el proyecto de sucesión monárquica de Wade. Para él, no hay nadie capaz, más que su hijo”, opina Hélène Tine, del partido de la oposición Alianza de las Fuerzas del Progreso, AFP.
El presidente Wade destituyó al ministro de Energía, Samuel Sarr, el día 5 de octubre, en lo que todo el mundo consideró un intento de calmar las protestas de enfado de los senegaleses, por los continuos apagones eléctricos, que impiden desarrollar su vida y trabajo con normalidad.
(Angola Press, 06-10-10)