El presidente de Senegal, Macky Sall, declaró la noche del pasado jueves 22 de febrero que su mandato como presidente finalizará el 2 de abril, poniendo fin a la preocupación de que pudiera prolongar su mandato generado por el aplazamiento de las elecciones. Esta preocupación viene por las acusaciones que sostienen que Sall podría intentar aferrarse al poder, algo que el presidente ha negado.
El Tribunal Constitucional ordenó al gobierno de Senegal que fijara una nueva fecha para las elecciones lo antes posible, Sall se ha comprometido cumplir con la orden, pero aún no se ha fijado una fecha. Los candidatos de la oposición mantienen la presión sobre el presidente, esperando la fecha de las elecciones y manteniendo la presión en las calles a través de las protestas ciudadanas.
El colectivo Aar Sunu Election, que busca proteger la integridad de las elecciones y que agrupa a unos 40 grupos de la sociedad civil senegalesa, emitió un comunicado en el que exigía que las elecciones se celebren antes del 2 de abril.
Senegal se ha considerado una de las democracias más estables de África Occidental, pero las disputas sobre las elecciones han sumido al país en una crisis política que ha desencadenado protestas que han acabado con decenas de heridos y la muerte de al menos tres personas a manos de las fuerzas de seguridad.
Fuente: Al Jazeera
[Traducción y edición: Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
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