El presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha negado las acusaciones lanzadas por expertos de la ONU en las que se afirma que su país sigue apoyando a los rebeldes en Burundi. Kagame asegura que los problemas de Burundi se han originado en el interior del país, no en otra parte.
Burundi ha sufrido una violenta crisis política desde que el presidente Pierre Nkurunziza decidió presentarse para un polémico tercer mandato el año pasado. Hace ahora exactamente un año desde que el Sr. Nkurunziza sobrevivió a un intento de golpe.
Ruanda ya negó acusaciones similares, acerca de apoyar a los rebeldes, de un informe anterior, respaldado por la ONU en febrero.
Kagame criticó a los autores del último informe, que se ha filtrado, ya que está previsto para ser presentado en el Consejo de Seguridad Mundial de la ONU más adelante, diciendo que su tiempo estaría mejor invertido abordando los problemas de los países en lugar de exacerbarlos.
El informe obtenido por la agencia de noticias Reuters acusa a Ruanda de estar proporcionando la formación, así como el apoyo financiero y logístico, a lo largo de este 2016, para los rebeldes que buscan derrocar a Nkurunziza.
Ya en mal estado, las relaciones entre los dos países se deterioraron aún más en marzo después de que un ex ministro de Ruanda muriera en una cárcel de Burundi, después de haber sido detenido por espionaje.
Más de 400 personas han muerto desde el inicio de la crisis en abril de 2015 y al menos 260.000 han huido del país hasta el momento.
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