Cuando un periodista británico escribió en su tweeter que el presidente de Ruanda, que lleva en el poder desde 1994, era “despótico e ingenuo”, obtuvo una rápida y fuerte respuesta del propio líder africano, desencadenando una discusión sin precedentes “on line” entre un jefe de estado y uno de sus críticos.
El presidente Paul Kagame contraatacó con 14 respuestas, incluida una en la que dijo al periodista Ian Birrell simplemente: “Qué equivocado está”.
Hasta la ministra de Exteriores de Ruanda intervino, diciendo al periodista Birrell en un mensaje: “¿A usted no le importa saber lo que piensan 11 millones de ruandeses de Paul Kagame, antes de difundir una opinión formada? ¿No es un reto demasiado grande para usted?”.
Birrell, el ex director del periódico The Independent y escritor de discursos para el primer ministro David Cameron, durante su campaña de 2010, provocó este intercambio el pasado día 14 de mayo, al escribir en su propio tweeter: “Nadie de los medios de comunicación, ni de la ONU ni de grupos de Derechos Humanos tiene el derecho moral de criticarme, -dice el despótico e ingenuo (Kagame)”.
Ese mismo día, llegó un comentario del propio Kagame: “Ni usted tampoco… ¡no tiene derecho moral!”.
Birrell definió las respuestas directas de Kagame como “en cierto modo, asombrosas”.
Parece que Kagame controla muy de cerca los tweeter en busca de cualquier mención de Ruanda. En sus comentarios, en su tweeter oficial, predominan notas de agradecimiento a otros que han comentado avances relacionados con Ruanda.
Kagame, que llegó al poder de Ruanda en 1994, tras el genocidio de ese año, ha sido reelegido en agosto de 2010, después de prohibir a los partidos de oposición presentarse a las elecciones. En los últimos años, grupos de defensa de los derechos humanos han cuestionado su actuación. Un periodista crítico con el régimen fue asesinado, al igual que algún miembro de la oposición política, y otros opositores han sido maltratados bajo detención policial, entre otras cuestiones relacionadas con el abuso de derechos.
En uno de sus tweeter, Kagame dijo que mientras que la ONU, los grupos de derechos humanos y los medios le critican a menudo, ellos mismos tienen errores que no les gustaría que fueran investigados.
“Es genial que (Kagame) haya entablado una discusión con un crítico como yo en Tweeter”, afirma Birrell, “Es una pena que no permita un debate así en Ruanda, con su propio pueblo”.
(IOL, 17-05-11)