La presidencia ha comenzado sus esfuerzos para fortalecer el mecanismo de «chivatazos» en su nueva fase de guerra contra la corrupción y la riqueza no declarada. El asistente especial al presidente en medios y publicidad, Garba Shehu, confirmó esta política el pasado miércoles. Hizo notar la respuesta entusiasta de los nigerianos a esta política, lo que ha aumentado el ritmo de las reformas de la administración de Buhari.
De acuerdo a Sehu, el gobierno está considerando formas de mejorar la capacidad estructural del mecanismo de chivatazos: «El gobierno quiere empoderar el mecanismo trayéndolo directamente bajo control presidencial, creemos que es demasiado importante como para dejarlo sin una fuerte dirección nacional» dijo.
Shehu alabó el patriotismo y el celo de los Nigerianos por responder positivamente a esta política, que se hizo con el objetivo de exponer riqueza no declarada. Remarcó que ninguna política pública puede funcionar sin apoyo público y participación: «Cuando los ciudadanos se dan cuenta de que son víctimas de la corrupción, pueden sentirse impelidos a ayudar en el descubrimiento de esta corrupción.»
Explicó que la gran cantidad de fondos sin declarar recuperados por el gobierno es una muestra de la escala en la que Nigeria ha sido expoliada por funcionarios felones y egoístas. Añadió que la elección de Buhari en 2015 fue una intervención divina en respuesta a los gritos de los nigerianos por un cambio urgente.
Shehu declaró que robar a un gobierno democrático, a costa del bienestar de la gente, es «la peor traición a los votantes». Además, comentó que el gobierno estaba planteando extender la política a la posesión de armas de forma ilegal y aseguró a los medio que los fondos recuperados serán utilizados de forma correcta.
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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