Peter Mutharika, presidente de Malaui, nombrado el pasado 24 de septiembre de 2025 con el 56,8% de los votos, ha realizado recientemente unas declaraciones públicas en las que ha manifestado su intención de establecer una educación primaria y secundaria gratuita para 2026, así como luchar por salir de la crisis alimentaria que vive el país.
Si, por una parte, Mutharika ha anunciado un plan de importación de hasta “200000 toneladas de maíz de la vecina Zambia para satisfacer las necesidades de más de 4 millones de ciudadanos”, por otra ha recalcado la importancia de la educación para el futuro del país, considerándola un factor fundamental para el desarrollo, e instado a los padres a matricular a sus hijos en los centros educativos. En sus propias palabras, “los padres no tendrán excusa para no enviar a sus hijos a la escuela. Queremos que nuestros niños aprendan”.
Estas promesas por parte de Mutharika, llegan en un momento en el que el país enfrenta grandes desafíos económicos y sociales, sobre todo en cuanto a las tasas de pobreza que no dejan de aumentar, así como la dependencia en amplios sectores de la población que se dedican a la agricultura tradicional y que son vulnerables al cambio climático. Algunos observadores políticos consideran que estas dos medidas son una “prueba temprana de las políticas del nuevo presidente y su capacidad para traducir las promesas en logros tangibles”.
[CIDAF – UCM]
