El presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, retorna hoy a esta capital debido a la ola de ataques que la víspera causaron 28 muertos en la península de Sinaí y la ciudad de Suez.
Los ataques son los más graves por el número de bajas desde fines de octubre último cuando atentados islamistas contra una base militar y un punto de control policía en la península del noreste del país dejó un saldo de más de 30 muertos.
Horas después de esas acciones, el Gobierno creó en el Sinaí una zona tapón de un kilómetro de ancho y 14 de largo en la cual decretó una toque de queda de 11 horas, extendido otros tres meses a mediados de este mes.
El mandatario participaba en las sesiones de la XXIV Cumbre de la Unión Africana y tenía programado entrevistarse con su homólogo etíope, Mulatu Teshome, sobre el espinoso tema de la superpresa Renacimiento, que Egipto teme afecte el flujo del río Nilo por su territorio.
La víspera instalaciones de las fuerzas de seguridad la ciudad de El Arish, en la desértica península, fueron blancos de un bombardeo con obuses que causaron 27 muertos y más de una treintena de heridos, entre ellos civiles, según recuento oficial.
Un atentado dinamitero pocas horas desués contra una comisaría en la ciudad septentrional de Suez costó la vida a un policía y varios heridos.
Las acciones fueron reivindicadas por Wilayat Sinaí (Provincia de Sinaí, árabe) el nombre asumido por Ansar Beit Al Maqdis (Guardianes de Jerusalén) tras jurar lealtad a Estado Islámico, el movimiento que ocupa zonas en Iraq y Siria y tiene seguidores además en Argelia, Túnez, Libia y países del Sahel.
El bombardeo en el Sinaí sigue a varias semanas de relativa calma en la desértica península, donde el Ejército egipcio libra una guerra de baja intensidad contra grupos insurgentes islamistas, agravada tras la deposición en julio de 2013 del ex presidente Mohamed Morsi.
Los ataques «son resultado de los recientes golpes de las Fuerzas Armadas» contra esos grupos y «el fracaso de la Hermandad Musulmana en crear el caos durante el aniversario de la revolución de 2011, comentó a través de Internet el portavoz del Ministerio de Defensa, Mohamed Samir.
Desde fines de octubre pasado el Gobierno egipcio estableció una zona tapón en el Sinaí y decretó el toque de queda por tres meses, extendido por igual lapso a mediados de este mes.
La situación de seguridad en Egipto se ha depauperado desde el domingo pasado cuando choques localizados pero intensos entre policías y manifestantes aquí y otras gobernaciones dejaron un saldo de 23 muertos, 97 heridos y el arresto de 516 sospechosos de ser miembros de los Hermanos Musulmanes.
Fuente: Prensa Latina