El Jefe de Estado de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha prometido el día 8 de febrero a los empresarios belgas un sistema fiscal flexible, idéntico a un «paraíso fiscal».
El Presidente Nkurunziza ha lanzado la oferta en la apertura de una semana dedicada a la promoción y el fortalecimiento de las relaciones económicas entre Bélgica y su antigua colonia, Burundi. «Ahora que Burundi ha vuelto a ser políticamente estable, se han tomado medidas legales para garantizar las inversiones extranjeras, contra las nacionalizaciones y para garantizar un trato justo y equitativo de los operadores económicos», ha declarado.
Del mismo modo, se llevan a cabo periódicamente exámenes de las políticas comerciales para eliminar los obstáculos al comercio, según ha asegurado el presidente burundés, que ha citado, a modo de ilustración, la creación de la Agencia de Promoción de Inversiones. «También es en este contexto ha sido desarrollado el Código de Inversiones, que se caracteriza, entre otras cosas, por una gran visibilidad y ofrece garantías de admisión, establecimiento, tratamiento y transferencia de ingresos”, añadió.
Por otra parte, con un arancel externo común que reduce a cero los derechos de aduanas sobre las importaciones de equipos y materias primas, Burundi será atractivo para todos los inversores, sobre todo para los de la Comunidad del África Oriental (CEA), de libre comercio, y la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos (CEPGL), según ha insistido el Presidente de Burundi, ante los operadores económicos belgas y locales que asistieron a la ceremonia.
En el capítulo de la cooperación, el reino de Bélgica ha prometido a Burundi unos 210 millones de euros de apoyo presupuestario para los próximos tres años.
(Afrique en Ligne, 09-02-10)