John Bredenkamp, el polémico hombre de negocios conocido por ser un blanco alineado al Zanu-PF [el partido de Robert Mugabe, en el gobierno de Zimbabue] ha vuelto a protagonizar todos los titulares de Zimbabue en un extraño caso legal que tiene todos los ingredientes para ser una película de Hollywood, dinero, traición, fraude, negación y, por supuesto, el ejército.
Esta vez el magnate ha acudido al Tribunal Supremo de Harare, el día 9 de septiembre, para enfrentarse a la acusación de haber defraudado a su antiguo socio en los negocios, Yaqub Ibrahim Mohammed, que dice que prestó a Bredenkamp 4 millnes de dólares en 2001.
Mohammed declaró ante el tribunal que Bredenkamp en aquel tiempo le dijo que los fondos eran para ser utilizados en la financiación de sus operaciones de minería de cobalto en la República Democrática del Congo. Pero después descubrió que el dinero había sido utilizado para financiar un programa de alimentación para las tropas de Zimbabue que estaban destinadas en la RDC, tergiversando así el uso previsto del dinero.
“Él utilizó el dinero para financiar algunos programas de alimentación con el gobierno y después descubrí que había montado una compañía llamada Race View, con propósitos de alimentar a las fuerzas de defensa de Zimbabue”, declaró Mohammed en el tribunal. Añadió que no habría prestado los fondos a Bredenkamp si hubiera sabido el verdadero uso que pretendía hacer de ellos.
Brendencamp está siendo defendido por el ministro saliente de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios, el abogado Eric Matinenga, que fue candidato a las pasadas elecciones por el MDC-T, pero que ahora se dedica a la abogacía a tiempo completo. Matinenga admite que Bredenkamp debe el dinero, pero insiste en que esto no es un caso criminal, sino civil.
El periodista Angus Shaw declaró a SW Radio Africa que Bredenkamp ayudó a muchos altos funcionarios del Zanu-PF a meterse en negocios en la RDC, ya que él tenía allí operaciones y conexiones locales. El ejército de Zimbabue a su vez proporcionó protección para sus operaciones y ambos se beneficiaron mutuamente durante mucho tiempo.
Shaw dijo que Bredenkamp también ayudó a financiar algunas operaciones militares porque el ejército de Zimbabue siempre sufría escasez de dinero, con los soldados viviendo en malas condiciones, incluso en sus casas.
Pero según Shaw, Bredenkamp se peleó con Mugabe y el régimen en algún momento y su relación de negocios parece haberse deteriorado también. Este último caso es una manifestación de cómo ha perdido su influencia dentro del Zanu PF.
Aunque él afirma que no es más que un hombre de negocios sin lazos políticos, Bredenkamp es conocido por apoyar al Zanu PF y tiene estrechas relaciones con algunos altos mandatarios, como Emmerson Mnangagwa. También se ha dicho que facilitó al Zanu PF el acceso a armas, ignorando los embargos y las sanciones concretas contra el régimen de Mugabe.
El magnate estuvo en la lista de sanciones de la Unión Europea hasta que fue sacado de dicha lista el año pasado, junto con otros varios altos funcionarios del Zanu PF. Bredenkamp demandó al gobierno de Reino Unido por haber congelado sus activos durante ese periodo.
El asunto del programa de alimentación del ejército no es más que uno entre muchos del estilo, que ilustran dramáticamente cómo los funcionarios de Zimbabue han estado enzarzados en la RDC desde que Mugabe envió tropas a ese país, supuestamente para ayudar al presidente Kabila a combatir a rebeldes.
Altos oficiales del partido Zanu PF y algunos de los aliados más cercanos de Mugabe han estado implicados durante años en un enorme saqueo de recursos y pillaje en la RDC.
Un asunto que merece la pena recordar es el que implica a Nyasha del Campo, la hija de la vicepresidenta, Joice Mujuru. Según informó SW Radio Africa, Nyasha intentó establecer un acuerdo que involucraba oro sacado ilegalmente de la RDC, en nombre de sus padres.
Ella y su marido, el empresario español Pedro del Campo, viven en España donde han montado dos compañías, supuestamente con el apoyo financiero de los padres. El acuerdo implicaba enviar pepitas de oro por valor de cerca de 35 millones de dólares al mes a Suiza.
Tererai Karimakwenda
(SW Radio Africa, Zimbabue, 10-09-13)
