La plana mayor del RDPC (Ressemblement démocratique du peuple camerounais) vive una auténtica batalla campal desde que se abrió el período de presentación de candidaturas con vistas a las elecciones al Senado del próximo 14 de abril. En las diferentes regiones de Camerún, tanto santones del “partido de la antorcha” como cachorros de las nuevas generaciones, se lanzaron la pasada semana a las sedes para presentar sus listas de candidatos, una acción no exenta de argucias, deslealtades y reposicionamientos interesados.
Todas las candidaturas recibidas se encuentran en estos momentos en Yaoundé, apiladas en la mesa de la comisión central responsable de la supervisión, que deberá informar a la comisión nacional encargada de proclamarlas. Esta comisión, presidida por el presidente nacional, Paul Biya, y que se constituirá en los próximos días, está integrada por miembros de la cúpula del RDPC. Con los numerosos casos conflictivos que se han ido produciendo, la tarea de la comisión central no ha debido de ser fácil y puede que se haya aplicado a las listas algún tipo de corrección que eliminase más de una divergencia entre ellas.
Para concluir el proceso, la comisión nacional responsable de proclamar las candidaturas tiene que sancionar y hacer pública la lista de los 70 candidatos del RDPC, y ello antes del 30 de marzo; en efecto, según el Código Penal, Elections Cameroon (Elecam) debe cumplir con esa obligación para con todos los partidos políticos quince días antes de la fecha de elección, es decir el 30 de marzo de 2013. Así pues, basta un sencillo cálculo para constatar que la comisión que preside Paul Biya dispone de dos semanas para mirar con lupa cada candidatura. Según hemos sabido, el propio Paul Biya, consciente de lo que se pone en juego en el Senado, no cejará en su empeño de separar el grano de la cizaña.
Por otra parte, según fuentes consultadas, el presidente de la República encargó, hace cuatro años, a los gobernadores regionales, un estudio en el que se debía consignar una lista de candidatos dignos de ser senadores en sus respectivas circunscripciones. Asimismo, el año pasado, la presidencia de la República preparó a algunos barones del partido ante la perspectiva cercana de las elecciones al Senado, por lo que el estudio encargado por Biya a la comisión central del RDPC, en 2012, sólo es un medio para fijar definitivamente los perfiles y las reglas de juego en el seno del “partido de la antorcha”.
Al tratarse de las reglas del juego, “todo está meticulosamente pensado”, dice una fuente bien informada, que llega incluso a revelar que la mayoría de los candidatos que han esperado hasta el último momento para regularizar su situación financiera son los que tienen menores probabilidades de ser elegidos. Además, Paul Biya va a eliminar de las listas a todos aquellos que hayan cometido delitos fiscales –de ahí que se haya exigido la presentación de la declaración de la renta–, a los que se encuentren en el punto de mira de la operación Gavilán –y cuyos nombres ya se han facilitado al tribunal correspondiente–, así como a algunos diputados y alcaldes a los que el presidente querría ver como candidatos en las próximas elecciones legislativas y municipales.
Con el fin de asegurarse en su partido un margen de maniobra suficiente para el nombramiento de los 30 senadores necesarios, Paul Biya ha autorizado las candidaturas de algunos santones de su formación, como Cavaye Yéguié Djibril que, una vez elegido, querrá ocupar la presidencia del Senado. Pero, al optar por determinar él mismo quiénes serán los candidatos del RDPC a las elecciones al Senado, en vez de aplicar la fórmula de las primarias que habría sido un suicidio para el partido, ¿está Paul Biya seguro de que no va a disgustar a las bases del partido al promocionar a aduladores o a perdedores del pasado?
A este respecto, un responsable del RDPC ya ha alertado a Biya de que esos planteamientos, estratégicamente analizados, podrían beneficiar a la oposición en algunas circunscripciones electorales. Además, si no se lograse establecer en el Senado un equilibrio cuantitativo entre la vieja guardia y los cachorros del partido, el RDPC se alzaría con toda seguridad contra su principal vivero electoral en las otras consultas previstas para este año: los jóvenes hastiados de promesas incumplidas de renovación de la clase política. Todo este cúmulo de factores augura unas negociaciones finales más que arduas.
GEORGES ALAIN BOYOMO en Mutations
Traducido por Javier de Agustín