¿Están los líderes europeos forzando su propia agenda migratoria en África? ¿Por qué están confundiendo la ayuda al desarrollo con la política de migración? ¿Qué hay de malo en la introducción de rutas de migración más seguras y legales?
Para los defensores de los derechos de los refugiados y los migrantes, el plan de acción lanzado ayer en Malta, al término de una reunión de dos días, entre 60 líderes europeos y africanos deja más preguntas que respuestas.
La cumbre de la Valeta estaba destinada a fortalecer la cooperación en la lucha contra la migración irregular, pero los críticos lo vieron no sólo como una oportunidad perdida, sino también como un problema de un solo lado, reservado y mal dirigido.
«La cumbre no estaba bien equilibrada. La UE hablaba como una sola voz «, se quejó Odile Faye de la red de Migración y Desarrollo de la Sociedad Civil (MADE) en África, uno de los dos únicos miembros de la sociedad civil a quien habían dado una oportunidad, en el último minuto, para asistir a la cumbre en calidad de observadores.
El encuentro finalizó con la aprobación oficial de un «fondo fiduciario», de emergencia, para África, destinado a financiar la aplicación de varios aspectos del plan de acción. La UE ha destinado 1,8 millones de euros de su presupuesto y el Fondo Europeo de Desarrollo ha poyado esta iniciativa, con la expectativa de que los Estados miembros harán contribuciones significativas. Hasta el momento se han comprometido, entre diferentes países, a 78 millones de €.
Para Sara Tesorieri, experta de Oxfam Internacional en materia de migración, la gran preocupación son las muchas preguntas que han quedado sin respuesta sobre el nuevo fondo fiduciario con un doble enfoque: la migración y el desarrollo. Señaló que los Estados miembros que contribuyen van a querer tener algo que decir sobre cómo se gasta el dinero, lo que podría conducir a un conflicto, ya que algunos países estarán más interesados en gastarlo en el control de la migración y otros en desarrollo.
«¿Cuánto será utilizado el dinero: para luchar contra la pobreza o para aumentar la seguridad fronteriza? ¿Dónde va a ser utilizado: en las zonas más pobres, o en las áreas que se consideren de interés estratégico para Europa, es decir, a lo largo de las rutas migratorias? Hemos estado haciendo estas preguntas y hemos obtenido una gran cantidad de respuestas diferentes.
«Y más allá del fondo fiduciario, ¿vamos a tener todavía dinero para el desarrollo del sur de África, o los donantes europeos enviarán el dinero a los países de origen, en lugar de donde la necesidad es mayor?»
Tesorieri afirma que el fondo fiduciario tenía objetivos mixtos, algunos eran objetivos de desarrollo estándar y otros realmente tenían más que ver con la gestión y el control de la migración.
«Nos gustaría que se hiciera una clara división entre los fondos para el desarrollo, los de no-desarrollo y la financiación de proyectos», declaró la Sra. Tesorieri a IRIN.
Otros expresaron su preocupación por que algunos de los debates más importantes en la Valletta habían tenido lugar, en la «trastienda», es decir fuera del evento principal.
En su intervención, unas horas previas al comienzo de la cumbre, y ante la sociedad civil la sociedad, Iverna McGowan, de Amnistía Internacional, declaró: «no estamos tan preocupados por las líneas oficiales como con lo que ocurre en los acuerdos bilaterales. La externalización de los controles fronterizos podría ser peligrosa si los procesos no son transparentes».
Añadió que se rumoreaba que un país del norte de África había sido urgido a firmar un acuerdo de cooperación migratoria a cambio de unos reducidos aranceles en las importaciones de alimentos: «lo que quiere decir», firme el acuerdo y obtendrá un mejor trato en el tema de los alimentos»
El documento sobre la estrategia conjunta sobre migración UE-África, de 14 páginas, presentado en la cumbre se divide en cinco secciones, que incluyen: desarrollo, migración legal, movilidad, protección internacional y asilo. Tal vez lo más importante desde el punto de vista de los líderes europeos son las dos últimas secciones que abarcan la cooperación en la reducción de la migración irregular y el contrabando y aumentar los retornos y las readmisiones.
Al anunciar el fondo fiduciario, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, declaró: «Para tener éxito, tenemos que trabajar juntos con otros países europeos y africanos para poder hacer frente a las causas fundamentales de la migración irregular y promover la economía y la igualdad de oportunidades, la seguridad y el desarrollo.»
A cambio de la nueva ayuda, Europa espera que los países africanos recojan a los ciudadanos, que intentan entrar en la UE de manera irregular y no responden a las características necesarias para la protección internacional. En la actualidad, una parte muy significativa de las órdenes de retorno, expedidas por los países europeos, no se puede llevar a cabo ya sea porque los migrantes destruyen sus documentos de identificación, por lo que es difícil probar de dónde son, o porque sus países de origen se niegan a aceptarlos.
El plan de acción pide «el fortalecimiento de la cooperación para facilitar el retorno y la reintegración sostenible de los migrantes en situación irregular». Se pedirá a los funcionarios de inmigración, de los 10 principales países de origen en África, que se responsabilicen de las misiones de verificar e identificar a sus ciudadanos a efectos de su deportación. La primera de estas misiones se iniciará a principios de 2016.
Pero Valerie Ceccherini del Consejo Noruego para los Refugiados, que fue el segundo de los dos observadores de organizaciones no gubernamentales autorizados a asistir a la cumbre, explicó a IRIN: «la política de deportación más dura viene de Europa, no viene de los africanos; que no quieren esto». Añadió que los delegados franceses se habían opuesto al enfoque, que principalmente había sido impulsado por el Reino Unido y Alemania. «Los franceses decían que ellos piensan que es un error vincular la ayuda al desarrollo con la cooperación en materia de migración».
IRIN
Fundación Sur