En Ciudad del Cabo, Suráfrica, el pasado fin de semana, el presidente Obama habló sobre un nuevo plan energético llamado “Power Africa”. Obama lo describió como una nueva iniciativa que duplicará el acceso a la electricidad en el África Subsahariana”. El presidente dijo tácitamente que el gobierno de los Estados Unidos invertirá 7.000 millones de dólares del dinero de los contribuyentes para ayudar a llevar 10.000 megavatios de electricidad al África subsahariana. La electricidad, dijo es “sustento para que las familias logren cubrir sus necesidades básicas y es la conexión necesaria para enchufar a África a la red de la economía global. Debéis tener electricidad”.
Siempre que esa electricidad pueda ser un verdadero boom para las compañías americanas (y globales) dedicadas a generar y gestionar la energía. En verdad, como dijo el presidente de EEUU, “mi propia nación se beneficiará enormemente si ustedes alcanzan pleno potencial”.
Uno de los grandes socios para el plan del presidente es la multinacional estadounidense General Electric, [cuyo director ejecutivo Jeffrey Immelt a la vez ocupa el cargo de director del panel asesor del presidente Obama para la recuperación económica]. Entre las compañías privadas que el presidente Obama dijo en Suráfrica que se habían comprometido con más de 9.000 millones de dólares en inversiones”, para el proyecto de Power Africa, General Electric parece estar al frente y en el centro. Según un comunicado de la Casa Blanca sobre Power Africa, “General Electric se compromete a ayudar a llevar 5.000 megavatios de nueva energía, asequible, a través de la provisión de sus tecnologías, experiencia y capital en Tanzania y Ghana”.
Algunas de estas inversiones ya están en marcha. A finales de junio General Electric firmó un intento de acuerdo con el gobierno de Ghana para construir una planta eléctrica de 1.000 megavatios. Esta planta probablemente estará alimentada con gas natural proveniente de la explotación del gas en alta mar, Jubilee, un proyecto de miles de millones, en el que la compañía tejana Anadarko Petroleum, tiene la mayor parte de las acciones.
General Electric se ha centrado últimamente en áfrica, y está comercializando activamente sus productos de generación de energía entre las compañías africanas, recientemente vendió su filial Jenbacher de motores a gas natural, a la compañía británica de bebidas Diageo, para dar energía a sus destilerías en Nigeria.
General Electric será probablemente la gran beneficiaria de esos 7.000 millones de dólares de fondos de los contribuyentes estadounidenses que Obama dice que asegurará la energía en África. La mayor parte de esos 7.000 millones de dólares parecen estar dirigidos por el Banco de Importaciones y Exportaciones de Estados Unidos, que “pondrá a disposición 5.000 millones de dólares para el apoyo de exportaciones de Estados Unidos para el desarrollo de proyectos energéticos”. Esto no significa que El banco de Exportaciones e Importaciones vaya a gastar o invertir esos 5.000 millones, en lugar de eso el trabajo del banco es ayudar a financiar las oportunidades de comercio cuyos riesgos los prestamistas del sector privado no están dispuestos a cubrir, como explica el propio banco al describir su misión.
El director ejecutivo de General Electric, Jeffrey Immelt acompañó a Obama en el reciente viaje / misión comercial a África. Immelt apreciará claramente este respaldo financiero del tío Sam. El fondo de garantías federales reducirá el riesgo financiero de General Electric en África y ayudará a la compañía a competir mejor contra las compañías chinas, que han estado mostrándose extraordinariamente entusiastas para invertir en África.
Hay que recordar que en lo que se refiere a construir plantas energéticas, 7.000 millones de dólares no es mucho dinero. En Tanzania, los bancos japoneses están financiando una planta energética impulsada por gas de 240 megavatios, por 414 millones de dólares. Mientras que en Ghana, los chinos están construyendo una planta hidroeléctrica de 400 megavatios por más de 600 millones de dólares.
El capital necesario es enorme. Según la hoja informativa de la Casa Blanca sobre Power Arfrica, se requerirán más de 300.000 millones de dólares en inversiones para llevar la electricidad a dos tercios de la población del África subsahariana, que actualmente no tiene.
Además de General Electric, la Casa Blanca dice que las compañías privadas hacen cola para invertir, entre ellas Heirs Holding, el vehículo de inversión del magnate nigeriano Tony Elumelu, que ha prometido 2.500 millones de dólares. También una compañía alemana, Aldwych International, planea construir una planta de energía eólica en Kenia, de 400 megavatios; una compañías británica, Symbion Power, dirigida por lord Richard Westbury, un ex oficial de las fuerzas especiales británicas, que también ha construido megaproyectos energéticos en Iraq y Tanzania.
Christopher Helman, Forbes Staff
Tomado de Daraja-net, publicado en Forbes, el 01-07-13.