El Parlamento Europeo no debe firmar el AAE (Acuerdo de “Asociación” entre Europa y África Occidental – Maurice Oudet – Presidente del SEDELAN.

3/10/2014 | Bitácora africana

Si el Parlamento Europeo firma el acuerdo de “Asociación” entre Europa y África Occidental (AAE), será un desastre para los pueblos de África y para los de Europa.

Llamada a las organizaciones de la sociedad civil y a los representantes elegidos, en Europa y en África lanzada por Jacques Berthelot, Jean Gadrey, Susan George y Majdouline Sbaï

El Parlamento Europeo no debe ratificar el acuerdo de «Asociación» entre Europa y África occidental

El 10 de julio de 2014, en Accra, capital de Ghana, los 16 Jefes de Estado de África Occidental han firmado un proyecto de acuerdo, llamado de “Asociación económica” (AAE) entre la Unión Europea (UE) y los 15 Estados de la CEDEAO (Comunidad Económica de África Occidental), y Mauritania. De hecho, se trata de un acuerdo de «libre comercio» con vistas a suprimir el 75% de los aranceles sobre las importaciones procedentes de la UE y limitar su política comercial más allá de lo que pide la OMC [1].

De ser ratificado por el Parlamento Europeo este acuerdo, será un desastre para los pueblos de África y los de Europa. El acuerdo nace de la presión que ejercen las multinacionales europeas, al servicio exclusivo de las que ha tomado posición la Comisión Europea, consiguiendo arrastrar a los Jefes de Estado de África, insensibles a las reiteradas advertencias de sus sociedades civiles, movilizadas desde hace 14 años.

Con este acuerdo, los pueblos europeos no ganan nada, al contrario. El acuerdo promoverá su agricultura más productivista, contaminadora y destructora de empleos, así como, algunos sectores industriales, no menos productivistas y exportadores de productos de baja calidad, en detrimento de políticas de agricultura sostenible, de soberanía alimentaria y de transición industrial ecológica. Favorecerá la importación por parte de la UE de materias primas brutas en lugar de estrategias de reducción de balances de materias de producción europea.

Los pueblos de África del Oeste y, más allá, los otros países del África subsahariana y de las 14 pequeñas islas del Pacífico, bajo la amenaza de acuerdos similares, tienen todas las de perder. En primer lugar, 12 de los 16 estados de África Occidental, teniendo el estatuto de los PMA (países menos desarrollados), no podrán tasar los10, 6 mil millones de € de los productos que importan de la UE, lo que conlleva una pérdida considerable de recursos presupuestarios. Lo que la UE promete pagar como contrapartida, es un espejismo: no hay nada más que las cantidades habituales del Fondo Europeo de Desarrollo – ¡4 euros por persona y por año! – que es una financiación de los Estados miembros fuera del presupuesto comunitario, más el «reciclado» marginal de otros fondos comunitarios ya programados. Es dejar escapar la presa por su sombra.

Pero, sobre todo, para todos los países afectados, es la totalidad de su agricultura campesina y hortícola, su seguridad alimentaria y todos los proyectos actuales de transformación sobre el terreno y de desarrollo de la industria regional, que se verán golpeadas en su línea de flotación por una competencia europea desleal, destructora de puestos de trabajo, y por una dependencia aún mayor frente a los precios del mercado mundial. Es el saqueo programado de sus recursos naturales, del suelo y del subsuelo. El desarrollo endógeno de la región y los proyectos de integración regional se sacrificarán en beneficio de una economía orientada a la exportación y altamente carbonatada, con pueblos reducidos a importar productos subsidiados de dudosa calidad que compiten con sus propias producciones.

Una de las consecuencias previsibles será una migración masiva de poblaciones privadas de futuro en su país, en una situación en la que la población del África Occidental debería aumentar de 302 millones de habitantes en 2010, a 510 millones en 2030 – ¡tanto como la UE hoy en día! – y 807 millones en 2050, y en un contexto de calentamiento climático especialmente acentuado en esta región.

Nosotros, ciudadanos y ciudadanas, organizaciones de la sociedad civil en Europa y África, pedimos a los diputados electos y, en particular, a los del Parlamento Europeo:

– Que se nieguen a ratificar este acuerdo, humana y económicamente escandaloso;

– Que no sacrifiquen a los pueblos en el altar de las ganancias de un puñado de depredadoras multinacionales.

– Que exijan estudios de impacto, independientes;

– Que se comprometan a favor de los Acuerdos de Cooperación y Solidaridad (ACS) que no estén basados, como los AAE, sobre el «libre comercio» que amenazan las libertades y la emancipación humana.
Fin del documento

La actualidad me invita a ir más lejos, con el riesgo de chocar. En su revista de prensa del 25 de septiembre 2014, Frederick Couteau, en RFI, acerca del asesinato de Hervé Gourdel, cita Guinée Conakry Infos:

«Vale la pena señalar que cualquier estrategia de lucha contra el terrorismo, basado exclusivamente en el lenguaje de la fuerza, está inevitablemente condenado al fracaso. Para ganar la guerra al pulpo terrorista, se necesita también, estima la web guineana, tener en cuenta la injusticia, la pobreza, la arrogancia y la condescendencia, que afectando a ciertas comunidades y regiones del mundo, es una savia alimenticia para la ideología fundada sobre el terror y el caos».

Estoy convencido que si el Parlamento Europeo no quiere fortalecer el terrorismo y el Estado Islámico (Daesh), no debe ratificar el acuerdo de «Asociación» entre Europa y África occidental.

La paradoja es que «Nigeria, siempre se ha opuesto al acuerdo en junio último “por realismo económico”, se muestra más conciliador desde que espera el apoyo de Occidente para luchar contra Boko Haram.» (Leer: «El libre comercio: ¿A quién beneficia el deal?, Jeune Afrique No. 1936).

En cuanto a nosotros, podemos ayudar al Parlamento Europeo a que tome la decisión correcta, firmando esta llamada.

Yo lo hice y el SEDELAN también.

Que los que quieran firmar esta llamada (individuos u organizaciones) se den a conocer. Nosotros lo señalaremos a los promotores.

Autor

  • Nacido en 1944, trabajó como cooperante en Alto Volta (Actual Burkina Fasso en 1966-67 . Ordenado sacerdote en 1971 , es Misionero de África. Nombrado en Burkina Fasso en 1972. Presidente del SEDELAN . Servicio de ediciónn lenguas nacionales de Burkina Faso

    Este servicio nació en 1997 por iniciativa del P. Maurice OUDET, para dar una respuesta a las necesidades de información y de formación del mundo rural.
    Su sede se encuentra en el edificio de la Comunidad de los Misioneros de África en Kudugu.

Más artículos de Oudet, Mauricio