El parlamento de Mozambique aprobó por unanimidad una nueva ley destinada a fomentar el diálogo nacional y la reconciliación política, lo que marca un paso significativo hacia el restablecimiento de la estabilidad en el país. La legislación, que incluye reformas constitucionales y cambios en las facultades presidenciales, forma parte de un acuerdo de paz más amplio firmado el 5 de marzo entre el presidente Daniel Chapo y todos los partidos políticos.
La propuesta de ley recibió un apoyo abrumador de las cuatro bancadas parlamentarias, y el gobernante Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo) destacó su papel en el fortalecimiento de la democracia. «Con esta aprobación, nuestra legislatura tiene una oportunidad histórica de contribuir a la renovación de Mozambique y priorizar los intereses de su pueblo«, declaró el líder del grupo parlamentario de Frelimo. Feliz Sílvia, otro representante de Frelimo, destacó la importancia de la ley para fomentar la confianza entre los actores políticos, aumentar la previsibilidad de la gobernanza y reducir la inestabilidad.
Si bien la aprobación de la ley marca un hito, los partidos de oposición expresaron su preocupación por el momento y la intención de la iniciativa. El Movimiento Democrático de Mozambique (MDM) celebró la ley, pero criticó al gobierno por actuar demasiado tarde. «Sí, advertimos sobre los peligros de elecciones fraudulentas. Desafortunadamente, se necesitaron meses de protestas y derramamiento de sangre para que quienes ostentan el poder se dieran cuenta de que la democracia no se puede sostener por la fuerza«, declaró el líder del MDM, Fernando Bismarque.
Podemos, la segunda fuerza opositora más grande, calificó el acuerdo como un «punto de inflexión» y un «gesto de reconciliación«, instando al gobierno a garantizar la inclusión y la resolución institucional de conflictos.
«El Estado debe descentralizar su escucha y centralizar su respuesta. Los jóvenes deben ser participantes políticos, no solo instrumentos electorales«, declaró el líder de Podemos, Sebastião Mussanhane.
El partido de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo) fue más crítico citando un historial de acuerdos incumplidos. “La inestabilidad política se deriva del fraude electoral y los conflictos poselectorales, donde el régimen gobernante utiliza el poder estatal y las fuerzas de seguridad para reprimir la disidencia”, declaró Jerónimo Malagueta, líder parlamentario de Renamo.
Advirtió que el acuerdo no debe servir como una táctica temporal para ganar tiempo y promover la represión, y exigió la liberación de los manifestantes arrestados durante las recientes protestas.
La ley establece tres objetivos principales para la reforma constitucional: la reestructuración del Estado, la despolitización de las instituciones y la descentralización del poder político, económico y financiero. Los cambios clave incluirán modificaciones a la autoridad presidencial y al marco de gobernanza.
Esta medida surge tras las recientes protestas lideradas por el excandidato presidencial Venâncio Mondlane, que continúa cuestionando los resultados de las elecciones generales del 9 de octubre. Cinco meses de manifestaciones han dejado aproximadamente 360 muertos. Sin embargo, Mondlane y el presidente Chapo celebraron su primera reunión oficial el 23 de marzo, lo que indica un posible avance en la distensión política.
Fuente: Africanews y O Pais
[Edición y traducción, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]