El parlamento de Malaui ha sido acusado de xenófobo por apoyar una iniciativa del gobierno que busca expulsar a los ciudadanos de Burundi del territorio nacional. Algunos miembros del parlamento se han justificado señalando que están actuando de acuerdo a las leyes nacionales que regulan el estatus de los refugiados en su territorio. Según un comunicado que ha publicado:
“Las acciones tomadas por el gobierno responden al comportamiento de algunos refugiados, quienes han comenzado a hacer su vida y sus negocios fuera de los campos de refugiados a los que están designados, todo ello sin ningún tipo de permiso. Este comportamiento es inconsistente con las leyes que regulan la situación de los refugiados y las personas que buscan asilo en este país”.
También se ha argumentado, a modo de defensa, que el gobierno de Malaui está actuando en línea con las convenciones de la ONU sobre los refugiados. Sin embargo, algunos activistas de los derechos humanos, como John Moses, han advertido al gobierno de que estas acciones pueden conllevar la pérdida de vidas dentro del territorio y propiciar ataques contra los malauíes que se encuentran en el extranjero.
“Nosotros tenemos malauíes viviendo en otros países, donde han establecido sus vidas y sus negocios. ¿Nos gustaría verlos sufrir? Como africanos negros, deberíamos buscar una mayor integración de nuestras economías y culturas. Lo que está sucediendo está muy mal y los políticos xenófobos deberían ser destituidos inmediatamente”, declaró Moses.
Naomi Mkwanda
Fuente: Nyasa Times
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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