El parentesco jocoso: sorprendente y sabia costumbre, por Paquita Reche,, mnsa

22/12/2011 | Bitácora africana

“La broma es la hermana pequeña de la verdad”, dice un proverbio congoleño. Como todos los proverbios, éste trasmite en pocas palabras algo de la sabiduría popular. La broma permite decir verdades, que se aceptarían mal, dichas de otro modo. A los africanos les encanta reír y bromear. Se ha dicho con razón que para el hombre africano reír es vivir.

En algunas regiones de África, como en Burkina Faso, existe una costumbre que sorprende al extranjero. Lo sorprende y hasta puede inquietarle hasta que comprende “de qué va el asunto”. Recuerdo que llevaba pocos días en Uagadugu, la capital. Estaba esperando el tren en compañía de un amigo; una pequeña vendedora de naranjas desgreñada y harapienta fue interpelada por un señor muy bien vestido con una frase que me chocó e indignó:

– “¡Esclava, ven aquí!”.

Me sorprendió la rapidez de la respuesta:

– “¡El esclavo eres tú y apestas!”

El señor sin inmutarse le contestó en el mismo tono. El intercambio de insultos duró varios minutos para regocijo de las personas que estaban cerca. Mi corto conocimiento de la lengua local, me impedía comprender todo lo que se decía, pero la situación me parecía violenta y debía reflejarlo mi rostro, tanto, que el amigo que me acompañaba se dio cuenta y con una gran sonrisa quiso tranquilizarme:

-“La chica es peul y el hombre es bogo-fing, son parientes jocosos, es un duelo verbal de insultos, en el que se rivaliza para ser superior insultando. Es como un juego, una costumbre muy arraigada entre miembros de grupos étnicos distintos.”

¡Menudo juego de mal gusto! – pensé-

Poco a poco fui comprendiendo en qué consistía esta costumbre y el papel que juega en la sociedad. Mi amiga Saly, una señora de etnia samo, me ayudó mucho a comprenderla. Me contó una anécdota de su infancia.

Siendo muy pequeña se peleó con otra niña que era mosi. No recordaba la causa de la pelea, pero nunca olvidó que, de los insultos pasaron a los tirones de pelos, patadas y arañazos, hasta hacerse sangre. Su abuelo y el de la chica tuvieron que ofrecer un sacrificio de reparación, porque los parientes jocosos pueden insultarse. Pero entre ellos no puede haber sangre. Esto me hizo comprender que el parentesco jocoso era más que un juego o una diversión curiosa.

El parentesco jocoso es una institución tradicional que juega un papel muy importante en el equilibrio de relaciones entre grupos étnicos que podrían entrar en conflicto por la proximidad e intereses opuestos. Un grupo étnico puede tener uno o más parientes de esta categoría.

El duelo verbal, permisivo y lúdico es una de las manifestaciones de este parentesco entre individuos unidos por la alianza. Él permite desactivar los conflictos reales o potenciales de distintos grupos étnicos. Los contrincantes tienen obligación de entrar en el juego, reír de los ataques del otro y responder. No pueden enfadarse. Reírse los unos de los otros, es una estrategia para de-crispar, desactivar conflictos. Una verdadera catarsis social que permite mantener y consolidar las buenas relaciones entre individuos y comunidades.

El conflicto teatralizado, la guerra verbal, funciona como una válvula de escape para regular las relaciones entre individuos o grupos. El que no sabe reír del insulto del pariente jocoso o responder a él, quien no entra en el juego es considerado como un individuo asocial.

La burla o insultos entre parientes jocosos no se dirigen a la persona, se dirigen al individuo como miembro de un grupo y son siempre recíprocos, de modo que nadie se siente inferior.

La tensión provocada artificialmente y de forma lúdica, permite evacuar los conflictos o evitar que se desarrollen rompiendo la interdependencia entre los grupos.

En Burkina Faso no existe ningún pueblo que no esté ligado a uno o varios grupos étnicos. Así se crea una red estrecha de relaciones, de modo que el pariente de mi pariente es mi pariente.

Los parientes jocosos no sólo tienen que bromear y reír los unos con los otros, tienen que evitar hacer daño o herir; también tienen que prestar asistencia social o económica.

Considerada como una herencia preciosa, hombres de letras y políticos quieren revalorizar, hoy esta institución.

Recuerdo el lugar importante que se le dio en una semana cultural de Bobo-Diulasso y la conferencia que pronunció por el profesor Prosper Campaore y que publicó el Ministerio de la Comunicación y de la Cultura: “El parentesco de broma: catarsis social en beneficio de la paz y de la cohesión social en Burkina Faso”, en ella señalaba el valor de catarsis social del parentesco jocoso para neutralizara las tendencias “etnicistas” o tribales que provoca en otras regiones de África, tantas luchas y guerras.

El parentesco jocoso es una costumbre que extraña y puede chocar al extranjero simple espectador que queda fuera. Es un medio para favorecer la cohesión social. El humor y la capacidad de reírse de sí mismo y con otros han hecho sus pruebas para mantener el equilibrio de sociedades multiétnicas y multitribales.

Autor

  • Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid.

    Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso.

    En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso.

    Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge.

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