El misionero somasco Pedro Antonio López Ruiz llegó antes de ayer a la capital de Mozambique, desde Beira. Está invitado a la visita del Papa a la “Casa Mateo 25” (en referencia al capítulo del Evangelio), una iniciativa de la Nunciatura Apostólica para ofrecer apoyo a los más pobres, que viven en la calle. “Nosotros trabajamos con chicos de la calle desde hace 12 años, el nuncio conoce nuestra labor, y como en Casa Mateo 25 se va a hacer un trabajo similar nos han invitado a al acto”.
Los misioneros somascos llevan adelante un orfanato, y un centro profesional, dirigido a la gente de la calle. “Empezamos esta iniciativa viendo la necesidad de la ciudad. En la actualidad atendemos a 80 personas, y les ayudamos en lo que podemos: a algunos les damos un techo, otros prefieren ayudas puntuales si están enfermos, o para poder estudiar, etc. Ellos saben que aquí tienen siempre un plato de comida”.
En Madagascar esperan al Papa 21 misioneros españoles. Felipe Bustinza lleva 60 años en la isla, y conoce a fondo la realidad del país. Lamentablemente no podrá asistir por problemas de salud. “Llegué a Madagascar el 1 de febrero del año 1961. Estuve casi 50 años trabajando en la diócesis de Tsiroanomandidy, y ahora llevo 10 años trabajando en esta archidiócesis de Fianarantsoa”, explica. “La visita del Papa es todo un acontecimiento”.
En último lugar, el Papa llegará a Mauricio, donde no hay presencia de misioneros españoles. Los tres países son 100% Territorio de Misión, y como tal, son apoyados por toda la Iglesia universal a través de las Obras Misionales Pontificias.
Fuente: OMPress
[Fundación Sur]
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