El número 2 de la Junta Militar de Guinea Conakry ha pronunciado su primer discurso público desde el intento de asesinato de la semana pasada, contra el hombre fuerte del país, Moussa Dadis Camara.
La televisión estatal ha mostrado imágenes del general Sekouba Konate hablando con soldados durante una visita a uno de los cuarteles militares de la capital, Conakry.
“Os pedimos vuestra cohesión”, dijo a los soldados reunidos en un enmarañado discurso, “ya hemos visto vuestra unidad, el ejército es una familia”.
La nación de 10 millones de habitantes ha estado esencialmente sin gobierno desde que el capitán Camara fuera disparado por un ayudante, en el cuartel la semana pasada, y evacuado al extranjero para ser operado de emergencia.
Aunque el portavoz del gobierno había dicho que Konate ahora está coordinando las actividades de la Junta, éste ha rechazado repetidamente que se le nombre presidente interino, sembrando temores de vacío de poder.
Sekouba todavía no se ha dirigido oficialmente a la nación, reforzando la sensación de que realmente no está al mando.
Profunda división
Los comentarios de Konate parecen dirigidos a acabar con las informaciones sobre una profunda división en el ejército.
Camara, al que le encantaba ser el centro de atención y solía conceder entrevistas en televisión en las que hablaba durante dos, tres y cuatro horas, tampoco se ha dirigido al país, desde que fue evacuado a un hospital militar de Marruecos. Su portavoz, Idrissa Cherif, ha dicho en repetidas ocasiones que Camara se dirigirá al pueblo “pronto”, pero su visible ausencia ha llevado a muchos a especular sobre si estará herido de gravedad.
Antes, la junta anunció que había suspendido las negociaciones de alto nivel con la oposición, que se estaban llevando a cabo en la vecina Burkina Faso.
Las conversaciones, mediadas por el presidente de Burkina, Blaise Compaore, pretendían encontrar una solución a la crisis política del país, después de la masacre que perpetró el ejército, en la que murieron más de 150 personas, durante una manifestación contra Camara, el pasado 28 de septiembre.
“No podemos seguir porque nuestro jefe no está… se suspenden las negociaciones”, explicó Cherif. Preguntado por cuándo volvería el capitán Camara a Guinea, dijo: “no sé cuándo volverá el presidente. Depende de los médicos”.
La suspensión de las conversaciones de alto nivel es otro indicador de que el líder del país probablemente no tenga una pronta recuperación.
El estado de salud de Camara ha sido un misterio desde que llegó a Marruecos la semana pasada, donde está siendo atendido en el hospital Mohamed V. Los oficiales de la Junta han insistido en que está bien, consciente y que habla, pero los diplomáticos han hablado sobre el asunto diciendo que el hombre fuerte está gravemente herido y que no es muy probable que regrese a Guinea pronto.
Espantosa brutalidad
Camara que suspendió la constitución del país al hacerse con el poder, el año pasado, había prometido organizar unas elecciones en un año, a las que ni él ni ninguno de los 32 miembros de la junta se presentarían. Pero unos meses más tarde, rompió su promesa.
Cuando miles de seguidores de la oposición se manifestaron en el estadio nacional de Conakry, en septiembre, para pedir a Camra que abandonase el poder, la guardia presidencial abrió fuego contra ellos. Docenas de mujeres fueron brutalmente violadas en el mismo estadio, incluso con bayonetas, cuchillos y rifles. Las víctimas de violación han testificado ante una comisión de la ONU que vieron a altos mandos de la Junta paseando por allí mientras ellas eran violadas y no hicieron nada para detener a los soldados.
La espantosa brutalidad ha ocasionado que la Unión Africana y la Unión Europea impongan sanciones a Guinea, incluyendo un embargo de armas y prohibición de viajar para los altos cargos de la Junta. Compaore se ofreció para mediar entre los líderes militares y civiles, en la capital de Burkina Faso, Uagadugú. La siguiente reunión entre las dos partes iba a celebrarse en torno al 17 de diciembre.
La suspensión de las negociaciones podría indicar que el gobierno militar no tiene ningún líder, contradiciendo lo que la Junta lleva diciendo todos estos días. Cherif insiste en que el presidente se ha reunido con miembros de su gabinete en el hospital de Marruecos.
Los diplomáticos en contacto con los médicos de Marruecos han dicho que el acceso a la habitación de Camara está restringido a todo aquel que no sea uno de sus médicos o enfermeros, y posiblemente, su mujer e hijos.
(News24, 10-12-09)