El nuevo líder de Zambia, Michael Sata, tendrá una corta luna de miel

27/09/2011 | Crónicas y reportajes

El nuevo líder de Zambia, Michael Sata, luchará por cumplir rápidamente sus promesas económicas a los votantes jóvenes y desempleados, que le han aupado al poder, sin molestar a los inversores extranjeros en el mayor productor de cobre de África.

Poco después de su investidura, el día 23 de septiembre, Sata, que siempre ha sido un duro crítico con las inversiones chinas, dijo que planeaba dar comienzo a algunos programas económicos en 90 días, aunque eso significaría jugar con el actual presupuesto nacional, que se prolongará hasta diciembre.

El presidente tiene que ser muy realista y rebajar un poco las expectativas”, asegura Chivamba Kanyama, de la Asociación de Economistas de Zambia.

Cualquier cambio fiscal drástico podría repercutir en los inversores extranjeros, cuya ansiedad después de esta semana alterada de elecciones se agrava por el desconocimiento de lo que va a hacer Sata, más allá de la retórica de la campaña electoral, que atrajo a miles de jóvenes urbanos zambianos a votar por él.

La moneda, el kwacha, cayó un 2.9 %, su valor más bajo en catorce meses, después de la victoria de Sata y los comerciales dicen que la moneda nacional permanecerá vulnerable hasta que Sata dé indicaciones más claras de cuáles van a ser sus políticas futuras.

Los inversores también vigilan la composición del equipo económico de Sata, que se espera que se conforme en las próximas semanas.

“En mi opinión sería mucho más realista si el gobierno fija la fecha para sus objetivos a 90 días, el 1 de enero, cuando empiece el nuevo cicli presupuestario. No hay más remedio que seguir con el actual presupuesto”, afirma Kanyama.

Pero los retrasos podrían minar inmediatamente la imagen del nuevo presidente, de 74 años, como hombre de acción, después de los enérgicos mandatos como gobernador de Lusaka, en los años 80 y como ministro en los años 90.

Sata ha bajado el tono de su retórica contra las compañías mineras extranjeras, especialmente China, en los últimos años, pero dejó claro el día de su investidura, que quería que las leyes laborales fueran respetadas.

Muchos mineros se quejan del maltrato a manos de los jefes chinos. En un caso, en el cinturón de cobre del norte, en 2005, algunos mineros fueron disparados por quejarse de su salario.

La mayoría de las compañías mineras parecen estar saliendo al paso del cambio político. “Creemos que Zambia continuará siendo un destino líder de inversiones y Barrick está dispuesta a ser un socio en el desarrollo del país”, Barrick Gold, uno de los mayores inversores, dice en un comunicado.

El estado de ánimo en las calles, donde mucha gente cree que ha perdido los frutos de 15 años de liberación económica, puede que no sean tan diplomáticos. “Hemos celebrado este cambio, pero ahora necesitamos que nuestro gobierno cumpla sus promesas, para demostrar que es diferente”, afirma Justin Mukwita, un comercial de móviles en la capital.

(The Namibian, 26-09-11)

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