Los líderes de la República Democrática del Congo y Ruanda se preparan para firmar un acuerdo de paz que busca poner fin al prolongado conflicto en la región en una cumbre organizada por el presidente estadounidense Donald Trump en Washington.
Antes de la cumbre, se ha producido una escalada de los combates en el este de la República Democrática del Congo, una región rica en recursos, entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes del M23, que según Naciones Unidas y la opinión internacional cuentan con el respaldo de Ruanda.
El ejército de la República Democrática del Congo acusó a sus rivales de intentar «sabotear» el proceso de paz, pero los rebeldes del M23 respondieron afirmando que previamente el ejército congoleño había lanzado una ofensiva violando el alto el fuego.
A principios de año, el M23 se apoderó de amplias zonas del este de la República Democrática del Congo en una ofensiva que se cobró la vida de miles de personas y obligó a muchos más a abandonar sus hogares.
El presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi, y su homólogo ruandés, Paul Kagame, se acusan mutuamente de iniciar el conflicto.
Trump logró que los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países firmaran un acuerdo de paz en junio, calificándolo de «glorioso triunfo». Tshisekedi y Kagame lo respaldarán ahora, y se espera que varios otros líderes africanos y árabes, incluidos los de Burundi y Qatar, asistan a la ceremonia de firma.
El M23 no estará presente; se encuentra en conversaciones con el gobierno de la República Democrática del Congo en un proceso de paz paralelo liderado por Qatar.
La administración Trump ha encabezado las conversaciones entre la República Democrática del Congo y Ruanda, con la esperanza de que la resolución de las diferencias entre ambos vecinos allane el camino para que Estados Unidos aumente las inversiones en esta región rica en recursos.
Ruanda niega apoyar al M23, a pesar de que expertos de la ONU afirman que su ejército tiene «el control de facto de las operaciones del M23«.
A pesar de la fanfarria y la presencia de ambos líderes en Washington, algunos analistas se muestran escépticos sobre si el acuerdo conducirá a una paz duradera. De hecho, actualmente no hay un alto el fuego en vigor, y los rebeldes del M23 continúan expandiendo sus ataques y consolidando su control. Parece poco probable que la ceremonia de firma modifique esta situación, aunque existe una pequeña esperanza de que pueda aumentar la rendición de cuentas de los líderes congoleños y ruandeses para que cumplan con sus compromisos.
Recientemente el M23 ha afirmado que el ejército de la República Democrática del Congo lanzó un ataque aéreo y terrestre contra sus posiciones, en connivencia con fuerzas burundesas.
Burundi no ha hecho comentarios sobre esta acusación. Pero es sabido que cuenta con varios miles de soldados en el este de la República Democrática del Congo para apoyar al ejército congoleño en el conflicto con el M23.
Ruanda afirma haber adoptado «medidas defensivas» en el este de la República Democrática del Congo debido a la amenaza que representa la milicia FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda), que incluye a combatientes que perpetraron el genocidio ruandés de 1994, hace más de veinte años.
Kagame insiste en que las FDLR deben ser desarmadas, mientras que la República Democrática del Congo exige la retirada de las tropas ruandesas de su territorio. El desarme y la retirada de las FDLR sigue siendo uno de los principales obstáculos en los esfuerzos actuales por poner fin al conflicto.
Por su parte, el gobierno de la República Democrática del Congo también ha exigido que el M23 ceda el territorio que ha conquistado desde el comienzo del conflicto, algo que el M23 se ha negado a hacer en las conversaciones mediadas por Qatar.
Qatar y Estados Unidos están coordinando sus esfuerzos de mediación. Catar mantiene fuertes vínculos con Ruanda. El interés de los Estados Unidos parece estar centrado en las inmensas reservas minerales con las que cuenta la República Democrática del Congo. Estas reservas incluyen cobalto, cobre, litio, manganeso y tantalio, ingredientes clave para fabricar los componentes electrónicos para la tecnología civil y militar actual.
Fuente: BBC África
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]


