La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) publicó su informe 2023 en el mes de julio en Niamey, capital de Níger, destacando el persistente crecimiento del narcotráfico en el Sahel, impulsado por grupos armados no estatales altamente activos en la región.
De acuerdo con el informe, las cantidades de cocaína incautadas en área que abarca Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad experimentaron un aumento significativo el año pasado. Las cifras se dispararon desde 13 kg. anuales entre 2015 y 2020, a 35 kg. en 2021, hasta alcanzar 863 kg. en 2022. Las mayores incautaciones tuvieron lugar en Burkina Faso (488 kg.), Malí (160 kg.) y Níger (215 kg.). Sin embargo, el documento presume que estas cifras representan solo la parte visible de flujos mucho más grandes y no detectados.
En la mayoría de los países del Sahel el tráfico de drogas está vinculado a grupos delictivos con fines de lucro. Estos grupos armados, que se han aliado con las redes tradicionales de traficantes, obtienen su financiación a través de pagos de impuestos y otros derechos en intercambio por protección o paso seguro por las áreas que controlan.
Malí, Níger y Burkina Faso enfrentan desde hace años la amenaza de bandidos armados y grupos yihadistas afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS). Esta situación ha generado un escenario complejo y desafiante en la región.
Fuente: Africa News
[Traducción y edición, Loreto Acosta]
[CIDAF-UCM]
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