Para afrontar las nuevas formas de esclavitud como: la explotación de niños, mujeres y migrantes, el saqueo de los recursos naturales, el acaparamiento injusto del capital en manos de una minoría, el desempleo, la marginación de los inmigrantes y la explotación de la naturaleza, es imperativo que todos estemos implicados y trabajemos unidos.
Aunque la conciencia y el compromiso por cuidar la naturaleza en todo el Planeta, crece cada día, sin embargo, seguimos gastando cada año los recursos naturales de tres años. Los expertos nos recuerdan que este ritmo es insostenible y que estamos haciendo imposible la vida del planeta para las generaciones futuras.
El calentamiento global, la contaminación, la destrucción forestal y el saqueo de recursos naturales, las guerras… según los expertos, causarán en los próximos años la desaparición de unas 30.000 especies en peligro de extinción. Estos desafíos medioambientales se agravan más todavía por la covid-19 y otros retos, como el desempleo, los grupos radicales armados, tráfico de armas, etc.
Algunas de las propuestas más relevantes para afrontar estos retos enormes y globales nos llegan de Acuerdos globales como la Agenda 2030, con los 17 “Objetivos del Desarrollo Sostenible” (ODS), la UA con su agenda 2063 sobre “El África que queremos”, y de algunos líderes mundiales, como Angela Merkel, y su propuesta para acoger inmigrantes, y el papa Francisco, con su documento sobre ecología “Laudato Si” y con su propuesta por un “Un pacto educativo global”.
En primer lugar, necesitamos un enfoque holístico, ya que «todo está estrechamente interrelacionado y los problemas de hoy exigen una visión capaz de tener en cuenta todos los aspectos de la crisis global” (LS. Nº 137).
Centrándonos en los retos medioambientales, grandes movimientos internacionales, como el DPDIH, en colaboración con “Global Catholic Climate Movement”, y la Comisión JPIC en Roma, proponen una institucionalidad sistémica, un enfoque transformador que implemente un proceso dinámico de participación utilizando el método: «Ver – Juzgar (analizar) -Actuar”.
En esta perspectiva, “ LAUDATO SI, en acción «, se dirige explícitamente a hombres y mujeres de todo el mundo, a sociedades nacionales e internacionales para que contribuyan y ofrezcan sus capacidades, recursos humanos y recursos internos y externos para la regeneración de la sociedad, en el espíritu de la ecología integral.
Propuesta concreta:
Cada año podríamos elegir un tema concreto para reflexionar y tomar algún compromiso conjunto, para su implementación durante dicho periodo:
- I. Escuchar y responder al grito de la Tierra;
- II. Escuchar y responder al grito de las Personas empobrecidas;
- III. Promover una economía más colaborativa y ecológica;
- IV. Adoptar una vida de estilo sencillo y solidario;
- V. Lograr una educación ética y ecológica;
- VI. Enfatizar la participación de la comunidad y la acción participativa.
Esta propuesta de “Laudato Si, en acción” está totalmente en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por 195 países de la ONU en 2015.
Todos estos acuerdos, aun siendo realmente relevantes, globales y urgentes, se quedarán en papel mojado si no apostamos por una actitud más solidaria, unos valores éticos universales y por un comportamiento más responsable y profesional.
Todo el Documento nos invita a escuchar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres, sobre todo en las regiones del hemisferio sur del Planeta.
– Que los pobres sean los protagonistas en decidir la política, la economía y la calidad de vida en la AMAZONIA y en ÁFRICA.
– En todo diálogo y colaboración con los indígenas y los pobres, ellos deberían ser respetados como los protagonistas, pero en realidad son expropiados y torturados. Se cometen injusticias y crímenes sobre los pueblos ancestrales. “Las empresas madereras explotan el bosque, nosotros lo cuidamos para nuestros hijos”. Las multinacionales saquean las tierras y sus tesoros, expulsando a pueblos enteros de sus tierras ancestrales.
– Conocer y valorar el Tesoro de la Sabiduría Tradicional de los pueblos, que se pierde, y en el que descubrimos su identidad, su fortaleza y su dignidad. La globalización destruye la variedad cultural y los Tesoros de la sabiduría humana. Evitar colonizar, conociendo mejor y cuidando las raíces ancestrales.
– El papel indispensable de las mujeres en cada sociedad y cultura. Solo las mujeres pueden ser las pioneras y protagonistas de su propia liberación, equidad y participación personal y social.
Estas son las motivaciones profundas que nos mueven en este Plan de compromiso y acción global para cuidar nuestra Familia Humana y nuestra Casa Común.