Ante las protestas de la oposición en Guinea, el ministro Ibrahima Kourouma ha hecho sonar la alarma: “deben cesar las manifestaciones y no poner en peligro el futuro de los estudiantes”.
El Ministro de Educación Preuniversitaria y Alfabetización de Guinea se ha prestado a las preguntas del periódico para realizar un repaso sobre los acontecimientos actuales de su sector. En esta entrevista, Korouma hace una evaluación sobre el nuevo año escolar, el nivel de ejecución de los programas escolares, el impacto de los acontecimientos políticos en el desarrollo de los acontecimientos y una valoración de la situación en los últimos tiempos.
Guineenews: ¿Cuál es la situación sobre la evolución de los programas, tres meses después de la apertura de las clases?
Ibrahima Kourouma: Antes de comenzar, me gustaría aprovechar esta oportunidad para mostrar mi agradecimiento al Gobierno, a los técnicos y a los socios financieros que nos han permitido iniciar este año escolar. Sabemos que nuestro país está pasando por un periodo muy difícil con la epidemia del Ébola. Mucha gente pensó que no se abriría este curso académico, por no decir que muchos de ellos desean que no se inicie. El Presidente de la República y su gobierno han insistido en que los niños guineanos no tengan que sufrir un año en blanco. Así que, con el apoyo de nuestros socios, el gobierno ha exigido alcanzar este resultado, que hemos de agradecer. Hemos trabajado desde el primer momento para garantizar la aplicación de un programa de educación.
En primer lugar, se ha formado un primer grupo de maestros en el país. Luego se han movilizado los equipos para que los niños, una vez en el aula, no se contaminen ni contaminen a sus compañeros. Además, el Gobierno y los socios técnicos y financieros a los que rindo homenaje contribuyeron de manera significativa a la apertura de las escuelas. Todos los “kits” permiten a niños y maestros, una vez en las instituciones, ponerles a salvo de la propagación de la enfermedad. Esto es lo que hemos hecho en todas las escuelas del país, distribuir kits suficientes para que alumnos, supervisores y maestros estén seguros.
El gobierno ha decidido responsablemente abrir las clases. Y debo admitir que no ha sido fácil, porque después de la apertura tuvimos que lamentar que 256 escuelas cerraran por reticencias y otras 25 se pusieran en cuarenta. Pero, al final, esto se ha solucionado a través de las campañas de sensibilización llevadas a cabo por el personal de educación y por la buena voluntad. Lamentamos que la escuela Lolen, en la prefectura de Faranah, es la única que no ha reabierto sus clases.
Más allá de eso, ha sido una dura batalla en las áreas en las que la población se resistía a la llegada de la Cruz Roja, compuesta por personal sanitario que, naturalmente, tenía que trabajar y garantizar que estas escuelas pudieran volver a abrir. Pero me complace anunciar hoy que las escuelas están funcionando correctamente, tanto por la gracia de Dios como por los esfuerzos de maestros, supervisores y ministros de todo el país. No hemos registrado ningún caso de Ébola en los colegios. Que todo el mundo dé gracias.
Guineeneews: Usted acaba de mencionar el caso particular de la comunidad de Lolen, que no ha abierto sus puertas. ¿A qué se debe?
Ibrahima Kourouma: La escuela de Lolen no ha abierto debido a la resistencia. Cuando esto ocurre, los padres prefieren enviar a sus hijos a otro lugar en el que sí puedan estudiar. En Lolen hubo disturbios y la gente se opuso ferozmente a la llegada de los kits. Y en estos casos, no se puede reabrir ninguna escuela que no esté equipada con los kits; somos estrictos en eso.
Vale la pena señalar que desde el Ministerio de Educación hemos implementado un mecanismo de seguimiento diario que cubre todo el país por puntos focales. En cada punto, hay un grupo de comunicación que trabaja todos los días, mañana y tarde. Tenemos la ubicación precisa de la información gracias a las 420 delegaciones escolares que han recibido apoyo para este propósito. En el ministerio, cada mañana, el grupo de comunicación informa de la evaluación de la situación y, por la tarde, contactamos con las mismas 420 delegaciones. Hemos trabajado así para iniciar el nuevo año escolar.
Así que de esta forma conseguimos una evaluación precisa para comparar la situación del Ébola en nuestras escuelas. Tenemos la capacidad de conocer, día tras día, todo lo que sucede. Este mecanismo nos ha permitido también contactar con el Ministerio de Salud, con las autoridades locales y con los líderes educativos a través de una información muy precisa sobre cada área. Nosotros no atendemos solamente los informes procedentes del Ministerio de Salud, sino que también estudiamos la información de cada pueblo, sub-prefectura o prefectura. Hemos proporcionado los kits escolares, por lo que tenemos que mirar y asegurar que se cumplan todas las medidas de seguridad. Pero a menudo, tenemos que ocuparnos, yo mismo incluso, de que éstos sean usados correctamente. Por ejemplo, descubrí que uno de los grupos en Yende Millimou, en Kissidougou, no estaba haciendo un buen procedimiento y me vi obligado a actuar. Los encargados han sido sancionados y sustituidos para que sirvan de ejemplo a los demás.
Las 256 escuelas que cerraron después de la apertura de las clases abrieron sus puertas finalmente. De ellas, 115 eran de la región de Forécaiah, donde yo mismo me vi obligado a ir. Tuve conversaciones con los padres y, con el apoyo del ministro Makanéra, hoy todas las escuelas están abiertas.
Guineenews: Gracias a estas medidas de seguridad los cursos continúan con normalidad, pero ¿podemos tener una idea de su evolución a día de hoy?
Ibrahima Kourouma: Con las instituciones del Jefe de Estado y el compromiso de socios, maestros, estudiantes y padres, hoy soy capaz de tranquilizar a todos los guineanos porque todas las escuelas funcionan con normalidad y están completando los programas. Sin embargo, hay un aspecto que no ha quedado suficientemente claro. Cuando nos hicimos cargo del sistema de educación a nuestra llegada al poder, los cursos anuales constaban de 650 horas. Hoy contemplamos las 1.150 horas con los mismos programas. Si antes teníamos la posibilidad de realizar un año escolar con 650 horas y con sus correspondientes exámenes, no sabemos cuándo llegaremos a las 1.150 horas con los mismos programas. Aunque garantizo que el Minsiterio hará todo lo posible para que los cursos se impartan regularmente sin que se descuiden.
También me gustaría aprovechar esta oportunidad para felicitar y animar a los profesores. Porque una de las cosas de las que goza la educación preuniversitaria es el compromiso del personal docente, que se esfuerza por asegurar que este año sea un año especial, sin rupturas ni dificultades. Las clases hoy continúan, incluyendo los domingos en algunas escuelas gracias a los sacrificios de los maestros. En comparación con el avance de los programas, nos situamos actualmente en el 40,3% en primaria y en el 39% del programa de secundaria. Según la planificación, en estas fechas debíamos situarnos en el 37% en primaria y en el 39% en secundaria. Este desarrollo nos permite anunciar a los padres de los alumnos y al conjunto de la población que estén seguros de que los cursos se impartirán correctamente. Aunque hemos tenido que planificar 8 meses de curso en lugar de 9, ese mes será recuperado, ya que el número de horas no se ha reducido. Hemos trabajado intensamente y los cursos se imparten de la forma correcta.
Guineenews: Al reto del Ébola, se suma ahora el de las manifestaciones políticas por la escuela guineana. ¿Cree que estos eventos no afectarán al rendimiento del plan de estudios?
Ibrahima Korouma: Antes de abordar esta cuestión, me gustaría primero hacer un llamamiento a la población en general. Hay que saber que la escuela es un tema de preocupación para el Gobierno y para todos los guineanos. Nuestra escuela no puede ser instrumentalizada. No puede estar sometida a acciones que puedan causar una situación mucho más grave. Existen ambiciones de unos y otros, pero debemos estar motivados por el deseo de salvar la educación. Apelo desde aquí a todos los actores políticos y a la población para que comprendan que nuestras escuelas deben quedar libres de todos aquellos elementos que perturban el funcionamiento normal.
Se realizaron manifestaciones durante las últimas semanas. Cuando éstas tuvieron lugar el 13 de abril, 188 de las 8.000 escuelas del país experimentaron interrupciones. Todas ellas están ubicadas en la carretera Le Prince; sólo 3 estaban en la comunidad de Matoto. Al día siguiente, sólo 88 se vieron afectadas. El 20 de abril, hubo 189 escuelas con dificultades (por las manifestaciones), una de ellas en Matoto.
Nos necesitamos los unos a los otros y debemos entender que cuando hay manifestaciones, los niños que están en el eje Hamdallaye-Bambéto-Cosa se quedan en casa en lugar de ir a aprender y quedan atrasados en las lecciones respecto al resto de estudiantes. Hemos de invertir todos nosotros en esta dirección, para que los estudiantes guineanos sean educados adecuadamente y de manera justa. Estos niños que han perdido días de clases van a sufrir menos que los maestros que deben organizar cursos de recuperación.
Si estos eventos continúan, interrumpirán la educación de grupos de estudiantes, teniendo en cuenta que realizaremos exámenes en agosto y no podemos aplazar más el año escolar. No vamos a realizar dos exámenes debido a que algunas escuelas de una parte del país o de una ciudad de Conakry no pudieron estudiar en una época del año. Yo le diré, y lo afirmo aquí verbalmente, que esto no sucederá. Cada uno de nosotros debe ser capaz de actuar para salvar la escuela este año. Ya el gobierno, los profesores y los socios han hecho lo suficiente para que los estudiantes continúen su educación. Deben cesar estas perturbaciones y no poner en peligro el futuro de los alumnos. El mes de agosto está establecido para los exámenes, el de septiembre para las fiestas y en octubre se vuelve a empezar el curso.
Los actores políticos, la sociedad civil, todos, debemos entender que la escuela no puede ser una víctima colateral de las manifestaciones. Todos hemos de trabajar en esa dirección. Somos el único país afectado por el brote de Ébola que ha iniciado el año escolar, esto es un hecho.
Hace poco recibí al representante de UNICEF, quien me dijo que somos el único país que ha logrado realizar la apertura de las clases entre los países afectados por el Ébola y, hasta hoy, no ha habido problema. Él afirmó: “He hecho un tour y soy consciente de las medidas tomadas para la seguridad en la escuela guineana”. Nuestros compañeros no deben desanimarse.
Guineenews: Va a realizar un recorrido por el interior del país. ¿A qué se debe este recorrido?
Ibrahima Kourouma: Desde que el presidente Alpha Condé fue elegido y yo soy ministro de Educación Preuniversitaria, realizo cada trimestre un gran recorrido por el país, para hacer una evaluación. Trabajo con los directores de las prefecturas y con los inspectores regionales de educación.
Hay dos tipos de inspección que organizamos en el Departamento de Educación. Una inspección realizada por las inspecciones general y regional, y otra realizada por el propio ministro y su gabinete. Cada año hacemos estos viajes. Como parte del recorrido que estoy a punto de hacer, me reuniré con los directores de las prefecturas y con los inspectores regionales de Mamou y Labé Mamou para trabajar con ellos. Luego continuaremos hacia Dabola para trabajar con el DPE y el IRE de la región de Faranah. Después, nos dirigiremos a Beyla, a Kankan y Boke. Estas reuniones servirán para realizar una evaluación, para saber si la hoja de ruta que les fue asignada por el gobierno es respetada.
En definitiva, se trata de ver si las evaluaciones se producen correctamente, si se conocen las dificultades del DPE y el IRE, si se cumplen los programas del gobierno y se solicita información sobre el estado en el que se encuentran las escuelas. Trabajamos sobre todos estos aspectos. Este tour nos permite, en el primer trimestre, tener una idea real sobre el avance de los problemas y hacer correcciones cuando sea necesario. Después, enviaremos una copia a cada uno de los miembros del DPE para decirles lo que funcional mal y para mejorar cualquier aspecto. Hemos establecido esta tradición durante los más de cuatro años que estamos aquí.
Este método tiene dos ventajas. Ejerce presión tanto sobre los estudiantes y profesores, como sobre el DPE. Al hacerlo, ellos entienden que su trabajo no sólo queda limitado a su nivel, sino que se eleva al nivel del Ministerio. Durante mi recorrido, visito las escuelas para comprobar si las clases se imparten correctamente o para ver si existen problemas, aunque esto no tenga nada que ver con mi misión.
Desde el momento en que la gente sabe que puede ser controlada y sancionada –o premiada–, está obligada a realizar bien su trabajo. Admito, por el momento, que este método nos ha permitido obtener mejores resultados y poner alerta a los trabajadores.
Entrevista realizada por Camara Moro Amara
Guineenews – Fundación Sur
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