Mario Sarsa es un medico que ha ejercido durante 22 años en Guinea Ecuatorial. A pesar de la blancura de su piel su alma es africana. Su forma de pensar y de ser esta vinculada a este continente. A Mario también le gusta la aventura. Es heredero del espíritu de los exploradores del siglo XIX que gustaban descubrir los lugares ignotos. Ha llegado hasta el nacimiento del río Nilo, Níger y más recientemente navego por el río Congo. En ruta fueron asaltados por una guerrilla y Mario fue capturado como rehén durante 12 días. Aprovecho su retención para hacer curas en el poblado y aprender francés. Una vez liberado prosiguió el viaje por el río Congo.
El doctor Mario Sarsa es miembro fundador de la Asociación Africanista Manuel Iradier con sede en Vitoria-Gasteiz. Esta organización humanitaria continua la labor iniciada por el insigne explorador vitoriano Manuel Iradier en el siglo XIX. A sus miembros les une el espíritu solidario y geográfico con el amor hacia África.
Mario Sarsa nació en Zaragoza. Se crió en Villanua, en el Pirineo de Huesca hasta los trece años. Especialista en medicina tropical, ha ejercido como medico durante 22 años en Guinea Ecuatorial, la mitad de los mismos en el hospital de Kogo, en donde la Asociación Africanista Manuel Iradier realiza una gran labor.
En enero de 2004 terminó su trabajo en Kogo. Entonces decidió volver hasta Zaragoza por tierra. Paso por Camerún, visitó el parque nacional de Zakuoma en el Chad en donde trabajaba por aquel entonces como director su buen amigo el biólogo Luis Arranz. Siguió dirección Nigeria, Níger, Malí, Senegal Mauritania, Sahara Occidental, Marruecos y después de tres meses llego a su tierra natal.
En el 2009 fue en busca del nacimiento del río Níger. Por Senegal llego a Guinea Bissau y en las montañas de Guinea Conakry alcanzo el nacedero de uno de los ríos más importantes de África.
En otro viaje fue a Madagascar.
El 16 de febrero 2010 aterrizo en Kampala, la capital de Uganda. Después de visitar Jinja, donde emerge el río Nilo, las cataratas Murchison y otros lugares característicos de Uganda fue camino hacia la Republica Democrática del Congo.
Volvió a visitar a Luis Arranz, actualmente dirige el Parque Nacional de Garamba. Un parque fundado en tiempos de la colonia belga. Dicen que sus paisajes inspiraron a Hergé para crear “Tintín en el Congo”. Los belgas llegaron a domesticar una colonia de elefantes de los cuales todavía vive un ejemplar.
Tras el ajetreo que supone circular en transportes públicos por el Congo Mario llego a Kisangani para embarcarse por el río Congo hasta alcanzar Kinshasa. En total son 1734 kilómetros.
El río Congo es la arteria principal de comunicación entre estas dos grandes ciudades. Mario fue a bordo de una embarcación Malaika que viene a ser un arrastrero que hace el servicio de carga de mercancías.
Disfruto de un río que considera muy bonito, sembrado de islas. El piloto debe tener mucha pericia y sondear continuamente los fondos bajos. Las islas y orillas están muy pobladas y el fluir de cayucos (troncos ahuecados) es constante.
En el barco hay un gran ambiente y se vende carne de cocodrilo, serpientes y peces de todo tipo.
Llevaba 18 días de navegación cuando fueron asaltados a 50 kilómetros de Mbandaka por una guerrilla rebelde de la etnia enyele.
Según explico el doctor Mario Sarsa a la emisora local Radio Okapi una vez liberado: “Los insurgentes capturaron el barco y ordenaron al comandante ir a la orilla del río. Hicieron bajar a todo el mundo y a la mañana siguiente el jefe de los rebeldes decidió que yo debía de permanecer como rehén.”
Le llevaron a un poblado diez kilómetros selva adentro. Le encerraron en una pequeña choza. Después pudo moverse por el poblado en donde hizo curas sanitarias y aprovecho para leer en francés e ingles. Al cabo de 12 días le rescato el ejercito congoleño.
Finalmente por el río Congo llego a Kinshasa. Paso al otro lado del río en donde se sitúa Brazzaville, la capital de la Republica del Congo. Por el “Congo pequeño” como le gusta decir a Mario, voló en avión hasta Punta Negra. Regreso en un tren hasta Brazzaville, un trayecto que le llevo 25 horas. Considera que fue uno de los mejores episodios de su última estancia en África. Convivió estrechamente con la gente del pueblo pues el tren iba cargado hasta los topes.
Mario Sarsa nos contó su navegación por el río Congo en Levando Anclas (Radio Euskadi) el domingo 13 de junio 2010.