El masoquismo polítco, por Radio Macuto

27/11/2013 | Bitácora africana

Autor: Samuel Mba Mombe, Médico y Activista político

Nuestro país lleva 45 años de independencia pero no ha pasado por un periodo de normalidad política prolongado. La historia de Guinea Ecuatorial está confrontada desde su llamada independencia con situaciones dramáticas de violaciones de derechos humanos que ha tenido un impacto negativo en el desarrollo socio-político, económico y cultural del país y como resultado de ese impacto negativo, muchos de nuestros compatriotas tuvieron que abandonar el país en busca no sólo del bienestar material sino por su seguridad física. Hoy en día el país sigue contando con numerosos exiliados muchos de ellos por razones políticas.

Durante los primeros 11 años de la dictadura de Macías el país conoció un retroceso en todos los sectores: político, económico y socio-cultural. El aislamiento internacional causó sus estragos hasta el extremo de que el país fue abandonado a su suerte.

El 3 agosto de 1979, el que fuera mano derecha de Macías y responsable indiscutible de las fuerzas de opresión que llevaron al país al borde de la catástrofe, decidió derrocar a su tío para salvar su propio pellejo porque la situación se hacía insoportable y el pueblo harto de tantas injusticias pudo haber optado por el suicidio colectivo y el resultado pudo ser catastrófico para ellos (los que alimentaron al régimen de Macías). No sin razón ese golpe de Estado mal llamado de Libertad fue calificado de revuelta palaciega al ser “los mismos perros con diferentes collares” que lo protagonizaron y los hechos les están dando la razón 35 años después de esa burla y engaño de Teodoro Obiang Nguema.

La historia de Guinea Ecuatorial es archiconocida por todos los guineanos por eso no hace falta revenir en lo que se conoce del actual Jefe de Estado. Desgraciadamente la dictadura se ha encargado de manipular nuestra historia y la adulación ha ocupado el terreno. Afortunadamente no se puede tapar el Sol con el dedo y por mucho que insistan, todavía existen personas con buena memoria del pasado para contar las atrocidades que se cometieron durante los primeros años de independencia así como sus autores potenciales. Algún día los que sobrevivan el drama que sufrimos hoy pedirán cuentas a esos asesinos que ahora nos quieren vender una democracia inexistente.

Su modus operandi no ha cambiado desde su accesión al poder hace 35 años. Los guineanos siguen siendo perseguidos por sus opiniones políticas. Los asesinatos políticos siguen en el orden del día. Los arrestos extrajudiciales, confinamientos, secuestros, violaciones, expropiaciones de bienes ajenos, corrupción institucionalizada, etc. no han cesado, al contrario la represión se ha recrudecido hasta el extremo de que el país se ha convertido en una verdadera cárcel para los que cuestionan e intentan denunciar esta situación y razón por la que muchos prefieren escoger de nuevo el camino del exilio mientras otros prefieren continuar luchando desde fuera ante la falta de garantías jurídicas que les permita desarrollar libremente sus actividades ya sean políticas como profesionales.

Se puede concluir sin temor a equivocarnos que los 45 años transcurridos desde aquella fecha inmemorable, están llenos de momentos que, la mayoría de los guineo-ecuatorianos pensaron fueran la oportunidad de enderezar el timón. Desafortunadamente, aun desde ópticas dispares, todos constatamos que ninguno de esos momentos fue puesto a provecho.

Guinea Ecuatorial pudo haber adelantado en los momentos presentes y ser el ejemplo precursor en África si se hubiera llevado a cabo el PLAN DE ACCIÓN (Resolución del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas 1982/36 de 7 de Mayo de 1982) que el Gobierno y la Comisión de los Derechos Humanos acordaron. La mayoría de los exiliados apoyamos en su día el Plan de Acción y nos felicitamos por el hecho de que el Gobierno de Guinea Ecuatorial lo aceptara. Sin embargo, nosotros estuvimos de nuevo preocupados al ver en el Informe del enviado de la Comisión de los Derechos Humanos( E/CN4/1990/42) que el Gobierno no aprobó la proposición del Experto de que se elaborara una Ley de Asociaciones, así como se negó a la realización de una apertura política en Guinea Ecuatorial. Los sucesivos informes de la Comisión así como de las organizaciones internacionales, tampoco daban ni dan la impresión de que haya habido un gran avance en el campo de respeto y promoción de los Derechos Humanos en nuestro país.

Una nueva puerta de esperanza para los exiliados vuelve a abrirse con el viaje de Felipe González a Guinea Ecuatorial el 22 al 24 de Noviembre de 1991. Se recoge con satisfacción en los círculos del exiliado guineo-ecuatoriano las declaraciones del Presidente Teodoro Obiang Nguema durante ese viaje sobre el pluralismo político así como la invitación formulada a los guineoecuatorianos residentes en Europa en general y, en particular, a aquellos residentes en España para que regresen al país a fin de participar en el proceso del desarrollo democrático. Por encima de todo, los exiliados esperaban que estas declaraciones no fueran aisladas sino que debían marcar el inicio de una verdadera apertura pluralista y al mismo tiempo, eran de la opinión de que la entonces situación de nuestro país no nos permitía esperar el momento ideal: necesitábamos y necesitamos hoy mismo un diálogo constructivo y de amplio alcance.

Nosotros los exiliados desde ópticas diferentes, hemos defendido siempre que la visión completa de la realidad de Guinea Ecuatorial no puede lograrse con un solo ojo. Desde ambos se puede conseguir un centro de verdad y no falso o desviado. Y en este contexto, estimamos que no se debería descartar a nadie de tal proceso porque somos de la opinión de que la situación de nuestro país requiere una actuación amplia, profunda y paciente de toda la sociedad en general y en particular, de la Oposición, ya que en su entorno giran ciertamente la mayoría de los elementos más preparados y que el gobierno reconoce que tanta falta hace al país. Esta gente, cuadros valiosos y en activo en sus profesiones, están obligados a vivir en el exilio.

La pregunta que se debería hacer 20 años después del inicio del llamado proceso de democratización es si las cosas han cambiado sustancialmente y si el gobierno ha atendido a las exigencias de la oposición en el exilio de una mayor transparencia de dicho proceso que como todos sabemos está estancado por la nula voluntad política del régimen. Si todos estamos de acuerdo de que el proceso no avanza, ¿cómo se puede invitar a los exiliados a Guinea Ecuatorial hacer la política? Si todos estamos convencidos de que el régimen sigue violando sus propias leyes y los acuerdos firmados con la oposición, ¿cómo se le puede invitar a la oposición en el exilio a regresar al país? Si los que están en el país siguen siendo perseguidos, arrestados, marginados, encarcelados, confinados y asesinados, ¿cómo se le puede decir a los exiliados que deberían regresar al país porque la política no se hace fuera? ¿No sería para engrosar la lista de los marginados, asesinados, encarcelados, confinados? ¿Existe un clima propicio y de seguridad para hacer la política de oposición en Guinea Ecuatorial? Cuando Plácido Miko Abogo nos invita a arriesgar nuestras vidas regresando al país para hacer la política, ¿se olvida que cuando el periodista de la BBC le preguntó si tenía miedo respondió que sí? ¿Qué es lo que quiere Mico con esa invitación a los exiliados, que vayamos nosotros también a pasar el miedo? En otros momentos no ha dejado de decir que Guinea Ecuatorial es una gran cárcel. ¿Cómo se puede invitar a la gente a venir a entrar en una cárcel? Son muchos los interrogantes que se puede hacer pero prefiero limitarme con estos en la espera de que alguien me dé una respuesta con sentido. Si lo que propone Plácido es el suicidio colectivo que lo diga sin tapujos. Si a un Partido político de la oposición legalizado y con representación en las Altas Instituciones del Estado se le niega a manifestarse para reclamar la anulación de las elecciones en las que participó por considerar que le habían robado la victoria, ¿acaso serían los exiliados que gozarían de ese elemental derecho de manifestarse o concentrase para exigir sus derechos?

Los exiliados no regresamos porque no queremos practicar el masoquismo político.

Original en : Radio Macuto

Autor

  • Radio Macuto

    Radio Macuto- La voz de los sin voz en Guinea Ecuatorial informan de los sucesos y noticias que otros, en Guinea Ecuatorial, no se atreven a informar. Lo hacen así, porque creen en la libertad de expresión y en el derecho que tienen los ciudadanos de conocer la verdad.

    http://radiomacutoge.blogspot.com.es

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